El alemán Scalable Capital sube la fiebre de los neobrokers. Hace un mes anunció su desembarco en España y, aunque dispone de casi todos los activos que suelen demandar los inversores digitales, quiere desmarcarse del resto de competidores enfriando la moda de los criptoactivos: "Tener más de un 5% en criptomonedas quizá sea muy arriesgado".

Así lo cree Adrián Amorín, responsable para España de Scalable Capital. Este unicornio fintech europeo permite operar sin comisiones -o con unas tarifas de muy bajo coste, 0,99 euros por operación o tarifa plana de 2,99 euros al mes- y sin tasas de cambio en 6.000 acciones globales, más de 1.600 ETFs, 2.300 fondos de inversión y las principales criptodivisas reguladas, desde las ya 'clásicas' bitcoin o ethereum hasta las recién incorporadas solana y cardano.

En una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia, su director es consciente de la gran expectación que levantan las criptodivisas entre el público. Pero, advierte, "hay que diversificar", no jugarse todo a una misma carta. "No sabemos hacia dónde va este mercado", además de que "con la guerra se ha demostrado su correlación con los mercados tradicionales", esto es, la bolsa y los bonos.

Adrián Amorín, responsable de Scalable Capital para España.

El neobroker también hace un contrapié en lo que respecta a los fondos de inversión. Es el único de los nuevos jugadores que los ofrece. "Quizá para nosotros no sean el producto más interesante, pero para el mercado, sobre todo en España, sí lo son por su traspasabilidad fiscal". En todo caso, puntualiza Amorín, "los ETFs en realidad son más eficientes".

Los alemanes pueden dar cuenta de ello. El 10% de todo el volumen en ETFs que se mueve en Alemania pasa por las manos de Scalable y la mitad de sus clientes invierten en este tipo de fondos cotizados. "El usuario que compra ETFs invierte a largo plazo y esa es la mejor forma de diversificar una cartera", en opinión de Amorín. 

Próximos pasos

En su octavo año de actividad, ya está presente en Alemania, Reino Unido, Austria, Francia y España, dos mercados los últimos donde ha aterrizado al mismo tiempo. Más de 500.000 clientes utilizan sus servicios a nivel internacional, con más de 6.000 millones de euros en volumen de negocio. Su equipo fundador y directivo (Erik Podzuweit y Florian Prucker) también ha sellado varios acuerdos de marca blanca con entidades como ING, Barclays, el roboadvisor Oskar y Openbank en España.

Preguntado por la avalancha de competidores que han atacado el mercado español pocos meses antes que ellos (Trade Republic, HeyTrade, BUX Zero…), Amorín considera que "hay mercado para todo el mundo" porque, a su vez, "hay mucho mercado por desarrollar". Sus próximos pasos en nuestro país serán lanzar un gestor digital de patrimonios con carteras modelo -ahora solo se incluye la compraventa- y, más adelante, estudiarían ofertar los derivados financieros. Pero esto es harina de otro costal.

"Necesitaríamos un perfil de inversores más sofisticado que en España todavía no hay pero que en Alemania sí lo estamos cubriendo", reconoce. Habrá que empezar la casa por los cimientos y no por el tejado: "Vamos a dirigirnos a los ahorradores que nunca han invertido en los mercados". El tiempo dirá si ascienden uno, dos o tres escalones.