Debía de ser una pregunta tonta y por eso nadie se la planteaba, pero, cuando inviertes en criptomonedas ¿qué es lo que hay detrás? Porque si yo compro acciones de Apple, detrás está la empresa Apple (lo mismo si lo hago utilizando fondos de inversión). Si compro dólares, detrás está la Reserva Federal de los Estados Unidos (y la economía norteamericana). Y si compro un piso detrás tengo ladrillo. Pero si compro una cripto ¿qué tengo exactamente?
Y otra pregunta tonta: si hay algún problema ¿quién responde del dinero? ¿Existe algún tipo de garantía o salvaguarda?
Antes de seguir hablando sobre criptomonedas, quiero insistir de nuevo en que siempre me han parecido una gran idea y que el problema es cómo se ha desarrollado. Me parece extraordinariamente positivo que exista una moneda que evite los abusos de los bancos en las comisiones por transferencias u otras formas de pago. O que sirva de monedero seguro en países donde el banco no lo es. Y que podría haber sido un gran refugio frente a los excesos de los bancos centrales. Sobre todo me gustaba que hubiera una divisa pensada específicamente para el mundo digital y el metaverso.
Pero la naturaleza humana es la que es y la incompetencia política también. Los seres humanos queremos un “chollo” que nos permita ganar dinero sin riesgo y sin trabajar. Y los políticos son tan incompetentes, que son capaces de permitir que se organice un mercado que mueve billones, sin establecer ciertas reglas del juego. Reglas que, por cierto, son terriblemente duras para quienes se mueven en un entorno regulado. Ahora vemos el resultado de ambas cosas.
¿Y ahora qué? Pues es imposible saberlo, pero antes de plantearnos si las cripto van a subir, bajar, crecer o desaparecer, hay que volver a plantearse las cosas que ya nos inquietaban en su día y que ahora nos preocupan todavía más, puesto que ha quedado demostrado que el riesgo era real. Antes de tener criptos tenemos que plantearnos si debemos tenerlas.
En primer lugar, el subyacente que mencionaba al inicio. Por ejemplo: no sabemos que hay realmente detrás de las famosas “monedas estables” (“stable coins”) como Terra o Tether. Y realmente no lo sabemos porque detrás de, por ejemplo, Tether, está la empresa que creo la moneda (Tether Limited) y, como no está regulada, no tiene obligación de estar auditada, así que decidieron no estarlo. Y lo mismo detrás de Terra. En otras palabras: para saber cuál es el subyacente tenemos que confiar en lo que digan creadores e intermediarios financieros no auditados. Es una especie de acto de fe.
También hay un algoritmo, pero eso es sólo una forma de organización interna del modelo, porque lo que importa no es el algoritmo, sino los activos que hay detrás soportando el valor de la cripto divisa “estable”. Curiosamente, a más antiguos y analógicos sean- letras del tesoro USA o similar -, más estable la cripto divisa.
Tanto en el caso del Bitcoin como en otras criptomonedas, hay gente que tiene enormes cantidades de cada una de ellas
Esto es importante, no sólo para la propia cripto moneda, sino también para el resto de criptos que se apoyan en ella. Si la cripto “estable” se desestabiliza, todo se cae como un castillo de naipes. De ahí, por ejemplo, el colapso de Luna (“hermana” de Terra). Y visto lo visto, lo del subyacente es preocupante: se supone que tienen que mantener un valor “pegado” al dólar, y es obvio que el “peg”, como se dice técnicamente, no ha funcionado.
Otra cuestión que siempre nos ha preocupado en las cripto, aparte de los anuncios en las marquesinas de los autobuses o que amas de casa y estudiantes fueran los “amos del universo” cripto, han sido y son las manos fuertes.
Tanto en el caso del Bitcoin como en otras criptomonedas, hay gente que tiene enormes cantidades de cada una de ellas. Normalmente los creadores o los inversores tempranos que las compraron a precio de saldo. Alguien dirá que esto ocurre también con las acciones cotizadas. Cierto, pero sólo en las pequeñas empresas cotizadas, no en los grandes valores ni en los índices.
En el mundo cripto hay demasiadas manos fuertes. Además son extraordinariamente fuertes, lo que en los mercados significa que pueden manejar el mercado a su antojo. Lo que ha ocurrido en Terra nos demuestra que, tecnicismos aparte, al final lo que importa es la oferta y la demanda.
Otro riesgo es el regulatorio. Nos preocupaba ver como los políticos dejaban que el mercado creciera sin establecer unas mínimas reglas del juego. Ahora nos preocupa que lleguen como la caballería, es decir, tarde, con mucho ruido y cuando ya casi no quedan colonos que rescatar. A largo plazo es bueno que haya reglas de juego en las cripto, como en el resto de activos, sobre todo aquellas que dan protección a los inversores, pero la llegada de la caballería generará confusión.
Lo que nos lleva a nuestra última preocupación, probablemente la más importante: las garantías.
Cuando colocas tu dinero en depósitos bancarios está detrás el fondo de garantía de depósitos, que cubre hasta 100.000 euros. Cuando colocas tu dinero en fondos de inversión existen toda una serie de mecanismos de seguridad. Que yo recuerde, sólo hubo problemas con los famosos fondos inmobiliarios, y no son el tipo de fondo en el que se invierte habitualmente. Y con un caso muy concreto de un fondo muy pequeño, que además acabó bien.
Por el contrario, como las cripto no están reguladas, nos encontramos con que uno de los intermediarios más importantes del mundo dice abiertamente que, si quebrara, el dinero de los inversores pasaría a formar parte del patrimonio que pueden reclamar los acreedores, cosa totalmente imposible en el caso de los fondos de inversión, donde el dinero de los partícipes está separado legalmente del patrimonio de la gestora que lo gestiona. Tal vez esta sea otra de nuestras preguntas tontas y anticuadas, pero seguimos pensando que es algo que debería plantearse la gente antes de invertir en cualquier activo.
***Víctor Alvargonzález es socio fundador de la empresa de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance.