Que el Banco Central Europeo (BCE) alerte de los riesgos que para el sistema financiero tienen las criptodivisas no es ninguna novedad. Sin embrgo, en esta ocasión también ha reclamado a la Unión Europea (UE) la aprobación urgente del reglamento comunitario que regulará este tipo de activos, el conocido como MiCA -del inglés Market in Crypto Assets- para garantizar su puesta en marcha lo antes posible.
En un informe titulado ‘Descifrando los riesgos de estabilidad financiera en los criptoactivos’, el BCE subraya que "aunque se ha propuesto una regulación de la UE para mitigar los riesgos que plantean los criptoactivos, aún no se ha llegado a un acuerdo al respecto".
Esto significa, subraya la institución, que la normativa -que regula tanto la emisión de criptoactivos como los proveedores de servicios- no se aplicará antes de 2024 "como muy pronto", unos 18 meses después de su entrada en vigor.
En la actualidad, el reglamento se encuentra en tríologos, como se conoce al debate entre el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión. Su aprobación está prevista para antes del 30 de junio, cuando termina la presidencia francesa del Consejo y comienza la checa.
Según explica Gloria Hernández Aler, socia de finReg360, la parte que más preocupa al BCE es precisamente la de las criptomonedas estables -stablecoins en inglés, que son aquellas asociadas a otros activos, como el dólar o el oro- “porque podrían desintermediar a las entidades bancarias y a los propios bancos centrales, cuando a día de hoy el único método de pago es la moneda fiduiciaria”.
"No son tan estables"
Sobre este tipo de activos, el BCE ha denunciado que “no son tan estables como sugiere su nombre”, como demuestra la reciente caída de TerraUSD y la desvinculación de Tether.
El organismo emisor no ha perdido la oportunidad para alertar también de la elevada volatilidad de estos activos -que “eclipsa” la de los mercados europeos de acciones y bonos- hasta su fuerte crecimiento. En la actualidad, existen más de 16.000 criptoactivos con una capitalización de mercado en torno a los 1,3 billones, siete veces mayor que la alcanzada a principios de 2020 a pesar de las últimas caídas.
El BCE ha ido un paso más allá al afirmar que MiCA “es solo un primer paso”. “Cualquier paso adicional que permita al sector financiero tradicional aumentar su interconexión con el mercado de criptoactivos debe sopesarse cuidadosamente y debe darse prioridad para evitar los riesgos de estabilidad financiera”, alude la institución.
Desde el sector señalan que “los mecanismos de prevención establecidos en el sector financiero en las últimas décadas ya establecieron los mecanismos para disminuir los riesgos sistémicos a los que alude el BCE”, tal y como explica la plataforma de criptocustodia Onyze.
La CNMV
Asimismo, en la start-up entienden que la “pionera” ley de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que regula la publicidad de inversión en activos digitales “está protegiendo ya a los inversores, avisando constantemente de la naturaleza de estos activos”.
Además, señalan a los requisitos prudenciales establecidos por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (CSBB), donde se distinguen los riesgos de los distintos tipos de criptoactivos para que puedan ser utilizados bien como activos de inversión o como cobertura en los productos financieros como futuros o fondos cotizados (ETFs).
Sin embargo, otros países como Alemania, Francia o Portugal han ido más allá y han aprovechado que el texto de MiCA es público para ir incorporando parte de la regulación a la normativa local con el objetivo de atraer innovación y empleo.
“Se cree que los criptoactivos son probablemente la mayor revolución del sector financiero de los últimos años. Me parece una pena que España no lo haya hecho”, opina Hernández.
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