La escalda de las primas de riesgo de los países de la eurozona no se ha frenado. Este lunes, el diferencial que España tiene que pagar para financiarse respecto a Alemania -considerado el emisor más seguro- ha superado los 130 puntos básicos por primera vez desde mayo de 2020.
La semana pasada, las dos grandes citas de los mercados financieros -la reunión del Consejo de Gobierno del BCE y la publicación de la inflación de mayo en EEUU- determinaron el comportamiento de las bolsas, de los bonos y de las primas de riesgo.
En su cita de junio, la institución europea confirmó el inicio de un progresivo endurecimiento monetario a partir de julio, cuando pondrá fin a las compras netas de deuda y subirá los tipos de interés en 25 puntos básicos.
En el caso de la referencia estadounidense, la inflación alcanzó en el quinto mes del año una tasa interanual del 8,6%. La cifra superó las previsiones de los analistas y se situó en máximos desde hace 40 años.
En cuanto al BCE, el mercado esperaba que la institución y su presidenta, Christine Lagarde, hicieran un guiño a los inversores, explicando cómo pretenden afrontar lo que se ha venido denominando últimamente como “la fragmentación” de la eurozona.
El banco central europeo llama así al “proceso por el que los países con mayores desequilibrios -grandes déficits y mucha deuda-, entre ellos España, verán incrementarse las tasas de sus bonos, así como sus primas de riesgo”, explican los analistas de Link Securities.
Ello, subrayan, “encarece y, por ello dificulta, la financiación de sus déficits en los mercados, una vez comenzado el proceso de retirada de estímulos monetarios por parte del banco central”.
Los inversores esperaban que el BCE esbozara las características de la herramienta que está diseñando para limitar dicha “fragmentación”. De momento, la institución se limitará a utilizar el importe de los bonos de su cartera que venzan para “apoyar” mediante compras selectivas a la deuda de los mencionados países.
La falta de detalles al respecto provocó el viernes un fuerte repunte de los rendimientos de los bonos de los países periféricos y de sus primas de riesgo, penalizando el comportamiento de las bolsas de la eurozona, donde los bancos italianos y españoles fueron duramente castigados.
Ese fuerte repunte ha continuado a lo largo de la sesión de este lunes. Al cierre de las bolsas europeas, la prima de riesgo española ha alcanzo los 135,6 puntos básicos; la italiana, los 247,4, y la portuguesa, los 136,1.
“Las futuras subidas de tipos de interés en Europa pueden causar problemas en el pago de la deuda a los países periféricos que tienen grandes porcentajes de deuda frente al PIB”, advierte Sergio Ávila, analista de IG.
Este lunes, el interés del bono alemán a 10 años, considerado de referencia, ha alcanzado el 1,62%. El italiano al mismo plazo ha superado el 4%; mientras que el español se sitúa en el 2,97%, niveles no vistos desde mayo de 2014.
“El tono más duro de los bancos centrales y el miedo a la estanflación, provocan la mayor venta de bonos desde los años 90”, advierten los expertos de Bankinter, quienes subrayan que “la reducción de liquidez está en marcha y las subidas de tipos no han hecho más que empezar”.
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