Las recientes correcciones en la banca española motivadas por el miedo a una recesión económica, lastran las cotizaciones de varias entidades financieras, Banco de Sabadell entre ellas.
La atención de los inversores se ha desviado hacia el frenazo económico, el principal tema de preocupación. En ese sentido, hay que tener en cuenta que la actividad bancaria es altamente dependiente del ciclo económico, por lo que el catalizador de las subidas de tipos podría empezar a perder fuerza.
Y aunque una subida de tipos puede incentivar mayores ingresos por el cobro de intereses, la sensibilidad del ciclo podría perjudicar el consumo y demanda de productos financieros. Mientras la morosidad de los bancos domésticos suele subir cuando hay recesión.
Algo que también se descuenta para los próximos trimestres, dado que la actividad de financiación decae cuando se frena la actividad económica. Y al mismo tiempo sube la morosidad, pues los empresarios y las familias en apuros tienen mayores dificultades de pago.
A pesar del contexto negativo, Banco de Sabadell ofrece un punto de control para una entrada a mercado: la directriz alcista que se mantiene desde noviembre de 2020.
La estructura que sitúa el límite de pérdidas en los 0,61 euros por acción, proyecta dos objetivos en función del perfil de riesgo del inversor en los 0,75 euros por acción, hasta la zona de soporte perdida la semana pasada.
Un segundo objetivo se encuentra en la convergencia del precio con la directriz bajista de la estructura triangular formada desde los recientes máximos, en los 0,95 euros. El segundo objetivo podría entrar en contacto con el precio cercano a los 0,80 euros.
***Darío García es analista de XTB