La reacción de la banca en la Bolsa española no se ha hecho esperar. En una jornada muy negativa para el sector, los principales bancos cotizados han perdido más de 5.300 millones de capitalización bursátil. Las fuertes caídas sufridas se deben al anuncio que ha hecho el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de un nuevo impuesto para las entidades financieras.

Así lo ha señalado durante el Debate del Estado de la Nación. Este nuevo gravamen tendrá carácter temporal y se sumará al que también impondrá el Ejecutivo a las grandes eléctricas. 

Tras este anuncio, los bancos han comenzado a registrar fuertes caídas en el parqué nacional. A mediodía han llegado a superar el 10%. Sin embargo, en la parte final de la jornada las pérdidas se han reducido ligeramente.

Caídas

La mayor caída, del sector pero también de todo el Ibex 35, ha sido la de CaixaBank. La entidad se ha dejado un 8,63%, equivalente a unos 2.000 millones de euros de capitalización. Según datos de BME, su valor en el mercado se ha reducido de más de 23.800 millones a algo menos de 21.800.

Fuera del Ibex 35, Unicaja ha terminado la jornada con un descenso del 7,67%. Con una caída del 7,44% - una pérdida de capitalización de unos 280 millones- ha finalizado la sesión Banco Sabadell.

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El recorte de Bankinter ha alcanzado el 5,08%. La entidad ha perdido unos 232 millones de euros. Los expertos consultados por El Español - Invertia coinciden en señalar que estas son las entidades más afectadas por la medida, al concentrar una gran parte de sus beneficios en territorio nacional.

La bajada de BBVA -del 3,77%- y la de Banco Santander -del 3,65%- les ha costado a las mayores entidades españolas unos 1.600 y unos 1.000 millones respectivamente.

Tipos

En su intervención, Sánchez ha informado de que el un nuevo impuesto dirigido a "las grandes entidades financieras que ya han empezado a beneficiarse de la subida del tipo de interés". Este impuesto, ha explicado, tendrá una duración de dos años y buscará recaudar 1.500 millones cada año. 

El Banco Central Europeo (BCE) adelantó en su reunión de junio que subirá los tipos de interés 0,25 puntos en su cita de julio. Será el primer aumento del precio del dinero en 11 años. Además, la institución anunció que habrá una segunda subida de tipos en septiembre, y avisa de que podría ser más fuerte -probablemente de medio punto- si los precios no aflojan.

Asimismo, el impuesto a "los grupos dominantes" del sector eléctrico, gasista y petrolero estará en vigor durante 2023 y 2024 y buscará recaudar 2.000 millones de euros al año de los beneficios extraordinarios de estas empresas en 2022 y 2023. Entre ambos el Ejecutivo pretende recaudar 7.000 millones de euros en dos años.

Los nuevos impuestos anunciados por el jefe del Ejecutivo se suman al tipo mínimo del 18% en el impuesto sobre sociedades que se aplica desde este año a la banca y las empresas de hidrocarburos. Asimismo, a las entidades financieras también se les aplica el Impuesto sobre las Transacciones Financieras, conocido como 'tasa Tobin', que entró en vigor el pasado año.

Dividendos

A la espera de conocerse como se articula este nuevo gravamen, "si realmente se pretende ingresar 1.500 millones al año en los próximos dos años", Juan José Fernández-Figares, director del departamento de análisis de Link Securities, ve "muy complicado" que las entidades cotizadas "puedan mantener sus actuales políticas de dividendos".

El mismo experto argumenta que "esa cantidad supone un porcentaje muy elevado de los beneficios que generan en España, si es que sólo tasan esos beneficios". La retribución al accionista es uno de los atractivos de la Bolsa española en general y del sector bancario en particular. 

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Los bancos españoles se han caracterizado por repartir dividendos de manera recurrente y son por lo tanto un tipo de valor muy incluido en la cartera del inversor español tradicional.

"Pero si los bancos obtienen un menor beneficio neto, podrán repartir un menor dividendo. Más aun cuando el BCE ha dado un toque de atención a los bancos por este reparto recientemente. De ahí el gran castigo en bolsa", subraya Alberto Valle, director en Accuracy.

Desaceleración

Valle también apunta que "hay que leer la letra pequeña del impuesto, pero si bien a corto plazo los ingresos de la banca van a subir, no está tan claro a medio y largo plazo".

"La desaceleración económica puede tener efectos negativos en el negocio bancario y podemos ver un impuesto especial sobre beneficios bancarios en 2023 cuando estos beneficios pueden perfectamente ser menores que en 2021", subraya.

En una conversación con El Español – Invertia, Fernández-Figares ha advertido de que la banca podría incluso "reducir estructura, lo que supondrán nuevos despidos, y a aumentar los ingresos por todo tipo de comisiones, lo que llevará al cliente a pagar parte de la ‘factura’, como suele ocurrir con estas medida".

A pesar del anuncio del presidente del Gobierno, ve "muy complicado" la implementación de este nuevo impuesto.

Por su parte, Darío García, analista de XTB advierte de que "los resultados que nos ha ofrecido la banca en estos últimos trimestres no volverán a ocurrir, o al menos no de la misma forma". "Mientras tanto, como es habitual, este impuesto estima unos ingresos, mientras el coste del Estado es conocido, concreto y cada vez más grande", añade.