El bitcoin cumplió un año como moneda de curso legal de El Salvador el pasado 7 de septiembre. Por ahora, la apuesta -encabezada por el presidente Nayib Bukele- ha fracasado. La criptodivisa ha perdido más de la mitad de su valor y el país, entre advertencias de organismos internacionales, se ve al borde de la quiebra.
En septiembre de 2021, el mandatario salvadoreño defendía que la medida atraería la inversión internacional y que, incluso, sería una oportunidad para proteger a las economías en desarrollo de posibles impactos en la inflación.
Para promocionar su uso, el Gobierno anunció el lanzamiento de la cartera digital 'Chivo', sinónimo de 'cool' en el país centroamericano. Y para fomentar su uso entre los salvadoreños, ofreció 30 dólares en bitcoin a cualquier ciudadano que se abriera una cuenta en la plataforma.
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El país se llenó de cajeros para convertir la moneda digital en dólares estadounidenses y poder retirarlos en efectivo. Pero el sueño de Bukele va mucho más allá de la simple adopción. El pasado noviembre anunció la creación de la 'Bitcoin City', una ciudad cuyo único impuesto sería un IVA del 10% para financiar sus servicios y las tareas de construcción. Sigue siendo todavía un proyecto.
A estas iniciativas se sumaron las compras de bitcoin con fondos federales y la emisión de bonos soberanos ligados a la criptodivisa.
2.381 bitcoin
En estos 12 meses, el Gobierno -supuestamente- ha comprado 2.381 bitcoin, por un valor superior a 100 millones de dólares y emitió 1.000 millones en bonos respaldados por la criptomoneda. Pero la información al respecto es bastante opaca, más allá de los tuits de Bukele.
El mandatario, que desde su cuenta de Twitter ha promovido el uso del bitcoin y ha defendido su apuesta por el criptoactivo, lleva más de dos meses sin referirse al tema. El silencio presidencial tiene lugar desde el 30 de junio pasado, cuando anunció la compra de 80 monedas con recursos estatales. Bukele dio las gracias por "vender barato".
La adopción del bitcoin por parte de El Salvador ha sido criticada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que las agencias de calificación han rebajado su rating y avisado sobre su deuda.
El organismo presidido por Kristalina Georgieva ha alertado en reiteradas ocasiones de los riesgos asociados a la misma y su impacto en la integridad y estabilidad financiera del país, llegando incluso a recomendar su eliminación como divisa oficial.
Como consecuencia de las vulnerabilidades en la deuda externa y financieras del país, en junio S&P Global Ratings rebajó la nota crediticia soberana de El Salvador a corto plazo desde 'B' hasta 'C', con perspectiva 'negativa'.
Las advertencias sobre la situación financiera del país se añaden a las de otras agencias como Moody's, que también rebajó el rating del país hasta 'Caa3', con perspectiva 'negativa', acusando un mayor riesgo de impago o 'default' en los vencimientos de principios de 2023. El Gobierno tiene vencimientos de deuda por valor de unos 800 millones de dólares en enero del año que viene.
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La fecha se acerca mientras el bitcoin continúa muy lejos de los máximos históricos que alcanzó en noviembre de 2021: cerca de los 69.000 dólares. Desde entonces, y especialmente hasta el final del primer semestre del año, todas las criptodivisas han sufrido fuertes caídas. Han sido tales que muchas plataformas de intercambio han tenido que echar el cierre.
Si se analiza el comportamiento del bitcoin en el año de adopción por El Salvador -entre el 7 de septiembre de 2020 y el mismo día de 2022- la criptodivisa ha caído un 63%. De llegar a valer casi 50.000 dólares ha pasado a unos 20.000. Pero ha sido incluso peor. La criptodivisa más famosa del mundo llegó a caer hasta los 17.600 dólares a mediados del pasado junio.
Aunque ahora permanece en silencio, por entonces Bukele usó su cuenta de Twitter para hacer una recomendación a los afectados por las caídas."Veo que algunas personas están preocupadas o ansiosas por el precio del Bitcoin en el mercado. Mi consejo: dejen de ver la gráfica y disfruten la vida", apuntó.