Este martes, 8 de noviembre, se celebran en Estados Unidos las elecciones de mitad de mandato, un evento tras el que Wall Street, ha registrado históricamente un comportamiento positivo. Sin embargo, este año, la sombra de la recesión y las subidas de tipos ejecutadas por la Reserva Federal (Fed) amenazan el rally.

En las conocidas como midterm se disputarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 del Senado de Estados Unidos. Actualmente, los demócratas tienen el control de las dos cámaras legislativas que componen el Congreso estadounidense, habiendo obtenido mayorías muy ajustadas en ambas durante las elecciones de 2020.

“Pero con una inflación extraordinariamente alta, la economía estadounidense tambaleándose y un descontento generalizado entre los votantes por el aumento de la delincuencia y la inmigración indocumentada, parece cada vez más probable un cambio de poder de cara a los dos últimos años de mandato del presidente Biden”, apuntan los analistas de Ebury.

Comportamiento

Indiferentemente de quién obtenga la victoria, y ya sea casualidad o no, Wall Street registra un patrón de comportamiento marcado por la celebración de las midterm. Así, diferentes análisis coinciden en señalar que la Bolsa de Nueva York tiene un rendimiento inferior durante el año que precede a las elecciones de mitad de mandato.

Según los datos La Française AM, la rentabilidad media durante los 12 meses del S&P 500 antes de los mencionados comicios es cercana al 0, significativamente inferior a la media histórica del 8,1%.

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Por el contrario, y teniendo en cuenta las mismas cifras, el periodo posterior a las midterm es muy diferente. En los 12 meses que siguen a las elecciones, la subida registrada por el S&P 500 es del 16,3%.

A pesar de ello, desde Capital Group apuntan que “cada ciclo es diferente, y las elecciones son solo uno de los muchos factores que influyen en la rentabilidad de los mercados”. Por ejemplo, ahora los inversores tienen que valorar las consecuencias de una potencial recesión de la economía estadounidense provocada por las subidas de tipos de la Fed.

En este sentido, “el papel de la política monetaria ofrece más información sobre cómo podrían responder los mercados al entrar en 2023”, indican los analistas de Deutsche Bank.

Históricamente, los rendimientos positivos del S&P 500 se han visto respaldados por un banco central estadounidense generalmente blando, lo que da un impulso adicional a los mercados de renta variable. “Sin embargo, ahora nos encontramos con un panorama económico que no ha existido desde finales de la década de 1970, cuando el aumento de la inflación se enfrentó a un agresivo endurecimiento de los tipos por parte del banco central”, consideran en la entidad alemana.

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El banco central estadounidense ha elevado los tipos de interés en las últimas seis reuniones que ha mantenido. En exactamente 7 meses y 12 días, la Fed ha subido las tasas de referencias 375 puntos básicos. Se trata del ciclo de incrementos más pronunciado desde la década de 1980, cuando Paul Volcker lideraba la institución.

Y “dado que la Reserva Federal no muestra signos de detener su ciclo de endurecimiento, los mercados seguirán experimentando mayor volatilidad. Las expectativas de crecimiento mundial han disminuido y la probabilidad de una recesión en Estados Unidos en 2023 ha aumentado”, indican también desde Deutsche Bank.

Diferentes resultados

En su análisis, los expertos de Capital Group se remontan hasta 1933 y observan que Wall Street ha registrado una rentabilidad media superior al 10% en todos los años en los que un único partido ha controlado la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso.

Esa rentabilidad es algo inferior a las ganancias medias registradas en los ejercicios en los que ha habido un Congreso dividido, un escenario que, en opinión de muchos, podría darse este año. “Incluso en los años en los que se registra un resultado ‘menos bueno’, cuando el partido contrario al presidente controla el Congreso, la rentabilidad media ha sido del 7,4%”, añaden.

Los pronósticos de Betfair recogidos por la gestora Schroders dan a los republicanos un 80% de probabilidades de hacerse con la Cámara de Representantes. Pero son los menos favorecidos en el Senado, donde los demócratas tienen un 60% de posibilidades de mantener el control.

Desde el punto de vista legislativo, esto es problemático”, consideran en la firma. “Una Cámara republicana bloquearía los proyectos de ley partidistas presentados por los demócratas. También provocaría una oleada de investigaciones en el Congreso, que consumiría el tiempo y los recursos de la Administración”, indican.

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Sin embargo, los análisis coinciden en señalar que el bloqueo en el Capitolio favorecería los activos de riesgo. “El hecho de verse obligado a llegar a un compromiso sirve para moderar las inclinaciones más extremas de cada partido, lo que proporciona un telón de fondo político más estable para los inversores”, indican también desde Schroders.

Los datos proporcionados por la firma lo corroboran. Según los mismos, Wall Street ha registrado de media una rentabilidad anual del 12,9% cuando un presidente ha tenido que lidiar con un Congreso dividido. Esto se compara con un aumento más modesto, del 6,7%, cuando un presidente demócrata ha controlado ambas cámaras.

Ganadores y perdedores

Una victoria aplastante de los demócratas o de los republicanos también provocaría ganadores y perdedores en el parqué neoyorquino.

Según apuntan los expertos de Deutsche Bank, el triunfo de la Administración Biden con su promesa de "reconstruir mejor" daría lugar a unas perspectivas más optimistas para las compañías de energías renovables o minería, dada la mayor demanda de minerales como cobalto y litio.

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Por el contrario, la continua presión para un mayor control de precios en torno a medicamentos y servicios médicos actuaría como un posible viento en contra para farmacéuticas y sectores asociados.

Sin embargo, apuntan, el aumento de la regulación tendrá el mayor impacto en el sector de la tecnología, especialmente para las empresas en las que la polémica cuestión de la privacidad de los datos es un tema importante.

En el caso de que el resultado beneficie a los republicanos, el efecto en estos sectores se invertiría, como podría ocurrir en el del tabaco o el de los bienes de consumo, donde políticas como el aumento de la regulación o el incremento del impuesto de sociedades se eliminarían inmediatamente.

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