El Ibex 35 vale la mitad que en 2007: ‘celebra’ 15 años de sus máximos históricos con los dividendos como mejor baza
La crisis financiera, los problemas de deuda en Europa, la Covid-19 o la guerra en Ucrania han marcado su evolución en estos años.
8 noviembre, 2022 02:24Este martes se cumplen quince años desde que el Ibex 35 alcanzó sus máximos históricos. Lo hace cerca de un 50% por debajo de los 15.945 puntos a los que llegó el 8 de noviembre de 2007. Desde entonces, y pese a los cambios en su composición, el dividendo se ha mantenido como su mejor baza para luchar en un mundo cada vez más globalizado, también en lo que a inversión se refiere.
Su situación actual, por debajo de los 8.000 puntos, hace que sea más propicio hablar de aniversario y no de celebración. Su comportamiento contrasta con el del selectivo de la Bolsa alemana, el Dax, cuya subida en el mismo plazo es del 70%, o con el del Euro Stoxx 50 -donde cotizan las 50 mayores compañías del continente- que ha cedido un 20%.
El Ibex 35 alcanzó los máximos históricos justo antes del inicio de la gran crisis financiera, que en “España se alargó con la crisis inmobiliaria y su demoledor efecto sobre las entidades financieras, que supuso pasar de más de 100 entidades a poco más de diez, al desaparecer prácticamente todas las cajas de ahorro”, apunta Ignacio Cantos, socio director de Inversiones de atl Capital. Y eso, opina, “ha sido un importante lastre para el índice”.
Sea como fuera, en estos años el Ibex 35 ha registrado grandes subidas. La mayor de todas ellas fue la del 10 de mayo de 2010, cuando repuntó un 14,4% como consecuencia de la aprobación del plan de rescate europeo.
Del lado de las caídas, destaca la del 12 de marzo de 2020. Esa jornada, dos días antes de que se decretase el estado de alarma en España, el selectivo nacional se desplomó un 14,06%.
En términos anuales, la mayor caída de su historia fue la del 2008. En un solo año, el selectivo perdió casi un 40% de su valor. “Desde entonces, podríamos considerar el nivel de los 6.000 puntos un soporte de especial relevancia y mínimo marcado (o casi) durante 2009, 2012 y 2020”, apunta Juan José del Valle, analista de Activotrade.
A lo largo de estos años, su composición ha cambiado de forma considerable. Ese 8 de noviembre de hace ahora 15 años, Telefónica era la compañía del selectivo con una mayor capitalización. ACS, como representante del sector de la construcción, el desaparecido Banco Popular y Altadis también figuraban entre las diez empresas españolas con más valor bursátil.
Ahora, según datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME), la cotizada nacional más valiosa es Iberdrola. Y aunque se mantienen nombres como Banco Santander, Inditex o BBVA, han aparecido otros como el de Cellnex. Telefónica, todavía entre las mayores cotizadas, ha quedado rezagada a la novena posición. Su peso en el selectivo ha pasado del 19,9% al 5%.
Una de las principales críticas que expertos y analistas hacen al Ibex 35 es su composición y, más concretamente, la abundancia de bancos y eléctricas. Solamente el sector financiero y el de la energía pesan más de un 50% en el índice (26% en el caso del sector financiero y 27,6% en el del energético). A continuación, se sitúan tecnología y telecomunicaciones (16%), bienes de consumo (12%) y materiales básicos e industria (11,5%).
A modo comparativo, el sector financiero ‘solo’ pesa un 8% en el Euro Stoxx 50, mientras que bienes de consumo, industriales y tecnología pesan casi un 40% conjuntamente.
Según explica Joaquín Robles, analista de XTB, “quizá la diferencia frente a otros de los principales índices europeos es la falta de empresas de mayor tamaño o que tengan una gran capacidad de crecimiento que permita al índice continuar revalorizándose”.
Pero “España es un país dominado por pequeñas y medianas empresas y tiene dificultades para lograr dar el paso para que muchas de esas compañías se conviertan en empresas de gran tamaño”, añade.
La alta ponderación del sector bancario, indica Del Valle, “y el contexto de tipos bajos que hemos tenido durante los últimos años [una cuestión negativa para su negocio] ha sido el principal factor que ha pesado sobre el selectivo”.
Dividendos
“Otro factor secundario es la ‘ceguedad’ a la hora de no tener en cuenta la rentabilidad por dividendo de nuestro selectivo”, advierte. En este sentido, por ejemplo, en lo que llevamos de año el Ibex 35 ha caído un 8,6%. Sin embargo, el Ibex 35 Total Return -que sí tiene en cuenta la retribución al accionista- ‘solo’ ha perdido un 5,5%. De hecho, logró marcar máximos históricos poco antes del estallido de la pandemia.
Es el Dax 40 alemán el único entre los principales índices bursátiles de Europa que es por sí mismo un índice de rendimiento total o total return. Por lo tanto, en condiciones normales, siempre debería superar a otros como el Ibex 35.
Que el selectivo español no tenga en cuenta el pago de dividendos “produce un efecto dilutivo en el cálculo del índice que dificulta la comparación con períodos pasados. La capitalización conjunta de todas las compañías que cotizan en él puede ser mayor que la de aquel entonces sin necesidad de cotizar por encima de los 16.000 puntos”, subraya Robles.
“Históricamente, el Ibex 35 ha sido uno de los índices europeos que más dividendo paga gracias a su composición misma”, destaca Javier Molina, portavoz de eToro. “Tiene un flujo de caja consistente en el tiempo que se traduce en una rentabilidad por dividendo media del 4%. El FTSE MIB italiano y el FTSE 100 británico están cerca, pero el índice nacional está por encima en datos medios históricos”, afirma.
A pesar de la generosidad de las grandes cotizadas españolas con sus accionistas, el atractivo inversor del Ibex 35 ha caído en picado en estos 15 años. Si se comparan las cifras de 2007 con las de 2021, el último año completo y en el que se negociaron 429.359 millones, la caída de la negociación es del 77,3%.
Igual que se han reducido los volúmenes de negociación, en los últimos dos años también lo ha hecho la tenencia de acciones nacionales en manos de inversores extranjeros. A cierre del pasado ejercicio, los no residentes controlaban el 48,8% de la capitalización bursátil de las empresas cotizadas españolas, 1,1 puntos menos que el año anterior y 1,4 puntos por debajo del récord histórico que se alcanzó en 2019.
Por el contrario, la tenencia de acciones nacionales por parte de las familias del país se mantuvo estable en el 17,1%, según datos de BME.
A pesar de que “la composición pesa”, el director de Inversiones de atl Capital cree “que es más problema la globalización de las inversiones, así como los inversores que han potenciado la gestión indexada e índices de mayor tamaño. Además, MiFID 2 tampoco ayuda con la separación del análisis, que ha hecho que se dejen de seguir o analizar muchas compañías españolas”, apunta.
Robles, por su parte, defiende que “el Ibex es una de las principales referencias bursátiles en Europa, y cuenta con varias de las principales compañías en el Viejo Continente”. Sin embargo, considera que “es probable que los inversores inviertan en España a través de otros índices como el MSCI World o el Euro Stoxx 50 y no directamente a través” del propio selectivo.