Las dudas se mantienen en Wall Street al final de un febrero negativo

Apertura mixta en la última sesión de febrero en Wall Street. Los principales índices de la Bolsa de Nueva York dudaban al final de un mes que, previsiblemente, terminará con signo negativo. La escalada de la rentabilidad de la deuda estadounidense ponía en jaque la renta variable.

En contrato, y ante las expectativas de más subidas de tipos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años se acercaba al 4%.

Al mismo tiempo, el Dow Jones bajaba un 0,4%, hasta los 32.758,6 puntos, y el S&P 500 un 0,07%, hasta os 3.979,5 enteros. Por el contrario, el Nasdaq repuntaba un 0,14%, hasta los 11.483,13 puntos.

Pero no solo subía el interés del bono a 10 años. La deuda estadounidense a 2 años escalaba por encima del 4,8%, cotizando justo por debajo del máximo de casi cuatro meses alcanzado en la sesión anterior.

Los tres principales índices del parqué de Nueva York se encaminaban a cerrar febrero en negativo, afectados por los temores a que la Fed continúe con su política de subida de tipos de interés para controlar la inflación.

La semana pasada, Wall Street registró sus peores números del año. El Dow Jones perdió un 3%; el S&P se dejó un 2,7% y el índice Nasdaq, un 3,3%.

La volatilidad fue originada por las actas de la última reunión de la Fed. "Los miembros estiman que será necesario mantener una política restrictiva hasta que los datos recibidos confirmen de forma clara que la inflación se encuentra en una senda descendente hacia el 2%, lo que, probablemente, llevará un tiempo", rezó el documento.

[La Fed eleva los tipos solo 0,25 puntos, hasta el 4,75%, después de que la inflación en EEUU comience a frenarse]

Además, el índice de precios de gasto de consumo personal de Estados Unidos (PCE), la estadística escogida por la Fed para monitorizar la inflación, subió al 5,4% interanual en enero, una décima por encima del dato de diciembre.

El índice subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, cerró el primer mes de 2023 con un incremento del 4,7%, una décima más que el mes previo.

Frente a estos incrementos los analistas esperaban que el índice general se hubiese moderado al 4,9%, y que la subyacente se hubiese reducido al 4,3%.

El mercado ha empezado a valorar la posibilidad de una subida de tipos de 50 puntos básicos en marzo, aunque las probabilidades siguen siendo bajas, en torno al 23%, según datos de Refinitiv, que también sugieren que los tipos alcanzarán un máximo del 5,41% en septiembre, frente al 4,57% actual.

Bank of America ha advertido este martes de que el banco central estadounidense podría incluso subir los tipos de interés hasta casi el 6%.

"Estamos hablando de una inflación más sólida en la economía y de tipos de interés más altos durante más tiempo. Los mercados siguen pensando que en algún momento de los próximos 12 meses habrá bajadas de tipos, y las pruebas no lo confirman", apuntan los analistas de CMC Markets en una nota recogida por Reuters.