El Ibex 35 afronta el 23-J con una subida anual del 15%, favorecido por un entorno en el que los inversores se decantan por ver el vaso medio lleno: las subidas de tipos terminarán pronto y la economía, en general, parece resistir mejor de lo previsto. Y aunque gestores de fondos, banqueros o analistas bursátiles no creen que la Bolsa española reaccione con virulencia a los resultados de las elecciones generales, esperan la victoria de Alberto Núñez Feijóo el próximo domingo.
Su promesa de estabilidad, su posicionamiento proempresa y la perspectiva de que, cuanto menos, el impuesto a la banca y las energéticas -dos de los sectores con más peso en el índice nacional- no se haga permanente, le convierten en el candidato favorito del mercado.
Tal es el optimismo de algunos de los gestores y analistas consultados por El ESPAÑOL-Invertia que alguno de ellos considera que España puede vivir un superciclo económico como el registrado entre el final del siglo pasado y el nuevo milenio.
“Lo primero que hay que tener presente es que, para los mercados financieros, lo más importante en un proceso electoral es la formación de un Gobierno sólido que garantice un marco jurídico y fiscal estable”, explica Joaquín Robles, analista de XTB. Ese es “el primer requisito para mantener la confianza y facilitar la generación de nuevas inversiones”.
“En líneas generales, no se espera un impacto significativo”, asevera Salvador Díaz, director de Inversiones de Altair Finance. “Si cogemos la muestra de los últimos 30 años, el día posterior a las elecciones la Bolsa ha registrado pérdidas, pero lo ha hecho con independencia del ganador y este comportamiento se ha corregido rápidamente, dejando paso a temas de mayor calado”, recuerda el gestor.
Caídas del Ibex
Esos descensos llegan al 5% del primer triunfo de José María Aznar, o al 4% de cuando José Luis Rodríguez Zapatero también hizo lo propio “en gran parte por la volatilidad e incertidumbre que se genera en el mercado”, señala José Cruz, analista de Activotrade.
Bien es cierto que últimamente las caídas experimentadas por el Ibex 35 en la resaca electoral no han sido tan graves. Por ejemplo, cuando anunciaron el pacto PSOE-Podemos en 2019 el mercado sufrió retroceso del 1%.
Ello, unido a la subida que el índice español acumula este ejercicio, hace pensar a los expertos de Activotrade que “si bien, es poco probable que haya subidas”, no se desatarán “fuertes pérdidas siempre y cuando no haya un desenlace inesperado por los inversores”.
Y “la opción que gana cada vez más probabilidad según las encuestas es el cambio de Gobierno”, resalta Javier Molina, analista de eToro, quien considera que “puede generar efectos positivos sobre la Bolsa, ya que Feijóo “pretende potenciar la inversión privada y el crecimiento económico”.
“Entre las medidas propuestas por el PP está bajar el impuesto de sociedades y el IRPF, aunque tenemos dudas sobre la viabilidad de estas medidas teniendo en cuenta el margen fiscal existente”, subraya.
En ese mismo sentido, Diego Morín, analista de IG, añade que un posible recorte fiscal por parte de los populares daría “mayor apoyo a los mercados”. Este experto, fía el comportamiento de la Bolsa española a “si habrá mayoría o no, porque al mercado, en general, los extremos no les termina de gustar”.
"El mercado quiere estabilidad y nunca un Gobierno que vaya en contra de los intereses del sector empresarial"
“El mercado quiere estabilidad y nunca un Gobierno que vaya en contra de los intereses del sector empresarial, o bien, que aleje la inversión extranjera, clave para el selectivo”, incide.
Alberto Roldán, director general y director de Inversiones de Metagestión, piensa que el eventual Gobierno entrante podría tener un talante más cercano a las compañías mineras, para que en España se puedan hacer prospecciones de minería y de energía.
"Las bolsas [europeas] nunca muestran un efecto tan claro como sí podría ocurrir en una gran economía como Estados Unidos", afirma. No cree "que el mercado esté apostando a que un cambio de Gobierno traiga consigo una mejora necesaria en España".
Eso no quita que, en las jornadas previas y las semanas posteriores, algunos sectores puedan reflejar “un poco más de movimiento”, según Roldán, sobre todo aquellos más “enemistados” con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Bancos y eléctricas
Se refiere al sector bancario y al eléctrico, que son los que pueden ver suavizadas las condiciones del impuesto antiinflación que les impuso el Gobierno de coalición tras la guerra rusa en Ucrania si el PP llegar al poder y, por tanto, beneficiarse de una mejoría en los parqués.
Más allá de ambos sectores, y tal y como explica Molina, un cambio de Gobierno también beneficiaría “al turismo, la defensa o el sector del agua, mientras que los más perjudicados serían las energías renovables o la distribución alimentaria, aunque sin grandes efectos negativos”.
“Si se repitiera una coalición similar a la que gobierna en este momento, se beneficiarían la industria del vehículo eléctrico, el turismo, las renovables y las constructoras. En cambio, se verían perjudicados, el sector bancario y el eléctrico”, subraya.
“El Ibex se está comportando mejor que el resto de Europa en este momento, por lo que parece que se descuenta un beneficio de ese cambio de Gobierno”, añade.
El paraguas de la Unión Europea (UE) también hace de efecto calmante. “La convergencia de España con Europa supone una mayor estabilidad en la percepción de riesgo por parte de los inversores internacionales, en especial en los mercados de deuda”.
Díaz, de Altair, tampoco espera cambios relevantes en la prima de riesgo española que, en promedio, se ha mantenido en 100 puntos básicos en los últimos ocho años, tanto con gobiernos del PP como del PSOE.
Superciclo económico
Uno de los más eufóricos con un posible cambio de tercio a un Gobierno en solitario del PP o de la mano con Vox es José Ramón Iturriaga, socio y gestor de fondos en Abante. “Necesitamos un Gobierno que dé menos palos y más zanahorias. España puede volver al radar de los inversores internacionales y vivir un superciclo económico como el que vivimos a finales de los 90 y principios de los 2000”, arguye el experto.
Su principal crítica a Sánchez es la “incontinencia legislativa” y la “arbitrariedad” en las que ha incurrido el actual Gobierno de coalición. A su juicio, bancos, energéticas y el sector de la vivienda están instalados en un alto riesgo regulatorio. “Eliminar esa arbitrariedad será bueno para los mercados y la economía”, sostiene Iturriaga.
"Necesitamos un Gobierno que dé menos palos y más zanahorias"
Si las encuestas se hacen realidad y Feijóo acaba mudándose a la Moncloa, el gestor de Abante aplaudiría varias medidas: que se derogaran los aspectos más lesivos de la Ley de Vivienda; que se lanzara un mensaje de responsabilidad fiscal, y que España se mire en el espejo de Portugal.
Iturriaga augura un buen desempeño de la economía española con un renovado empuje del ‘ladrillo’. Por otra parte, si bien es cierto que, a nivel tributario, “ahora no estamos en una situación alarmante, sí se necesita un cierto cambio de rumbo en responsabilidad fiscal”.
Y también toma de ejemplo a nuestro país vecino, que con un gobierno socialista “no ha desaprovechado la ocasión de hacer reformas estructurales de calado e incentivar la inversión extranjera”.
Prácticamente todos los encuestados descuentan que, con Feijóo de presidente, se reduce mucho la probabilidad de que el impuesto a bancos y energéticas se haga permanente. No obstante, el socio de Abante pone un ligero atisbo de duda en lo que será la política energética de los ‘populares’: “Tienen que definir por dónde van, no sabemos si por renovables o fósiles tradicionales”.
La deuda, fuera del debate
“Menos entendible es que el debate político se aleje de asuntos básicos como el efecto condicionante del servicio de la deuda en el proceso de subida de tipos de interés de los últimos meses y, aún peor, el posible cambio del Banco Central Europeo (BCE) en la política de compra de activos que inició en 2011 con la crisis de la deuda periférica”, critica Rafael Peña, socio fundador y cogestor de Olea Gestión.
A este respecto, Peña espera que “los gestores no tengamos que valorar nunca una posible fragmentación de la economía euro con diferentes curvas de tipos de interés, que dejaría muy herido al proyecto europeo”.
Evitar más casos como Ferrovial
Un gestor español muy reconocido que, sin embargo, pide anonimato, aboga por un Gobierno PP o PP-Vox para que se eviten nuevos casos como el de Ferrovial. “Un Gobierno liberal-conservador calmaría los ánimos empresariales. En la última parte de la actual legislatura ha habido muchos ataques contra los empresarios, incluso personales, que de cara al exterior han dado una imagen malísima del país”, se lamenta.
Este gestor tiene constancia de que cotizadas como ACS, Acerinox o Acciona han analizado la posibilidad de seguir los pasos Ferrovial, que trasladó su sede social a Holanda para cotizar en la Bolsa de Ámsterdam y desde allí dar el salto a Wall Street con mayor facilidad. Un movimiento que la izquierda y los partidos del Ejecutivo achacaron a la voluntad de Rafael del Pino de pagar menos impuestos en España.
Igualmente, explica este gestor, se beneficiarían las cotizadas participadas por el Estado, caso de Indra. La compañía de defensa, controlada al 25,16% por el Estado, “mejoraría su situación notablemente, sobre todo de cara a los inversores extranjeros”. La también consultora tecnológica cotiza con un descuento del 42% frente a sus comparables europeas. “Muchos fondos con criterios ASG no invierten en Indra por las fuertes injerencias políticas que sufre”, reconoce.
Los dados ruedan, el mercado espera, y la respuesta llegará el próximo 23-J en las urnas. España vota, y la bolsa abrirá el lunes con caídas ocurra lo que ocurra. Otra cosa será lo que pase a largo plazo y, en eso, las preferencias de los inversores parecen claras.