Banco Santander ha reportado ganancias de 11.076 millones de euros en 2023, un aumento del 15% respecto al año anterior, gracias al fuerte incremento de los ingresos, especialmente en Europa, al aumento de clientes y a un buen control de los costos. En el cuarto trimestre, el beneficio atribuido aumentó un 42%, alcanzando los 2.933 millones de euros.

El banco ha mejorado la rentabilidad y el valor para los accionistas, logrando un beneficio por acción (BPA) de 0,65 euros, un 21,5% más, y un valor contable tangible por acción de 4,76 euros al final del año. Estas cifras representan un récord para la entidad.

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Desde el punto de vista técnico, sus acciones mantienen una estructura de mínimos y máximos relativos crecientes que se remonta a septiembre de 2022, cuando se situaron en la zona cercana a los 2,20 euros por acción, alcanzando máximos interanuales de 3,97 euros el pasado diciembre.

La consecución de estos máximos en 3,97 euros, ha dado lugar a una fase de ajuste o corrección que se ha llevado por delante casi el 10% de su capitalización bursátil. El rebote actual ha tenido su origen en los mínimos de la semana previa, es decir, los 3,57 euros, nivel que además representa un importante soporte de corto plazo y que además fue una resistencia anterior.

Evolución de las acciones de Santander Eduardo Bolinches ProRealTime

Desde este soporte, se ha producido una reacción alcista como respuesta, en gran medida por la presentación de sus resultados que se ha llevado por delante la primera resistencia intermedia que se situaba en los 3,66 euros por acción permitiéndose el lujo de abrir un interesante hueco alcista.

Como único impedimento a la hora de seguir avanzando, solo se observa la presencia de su media móvil de medio plazo, que se encuentra en la zona de los 3,80 euros. Su superación daría paso a un nuevo impulso alcista cuyo objetivo único serían los máximos del año pasado.

[La cartera de acciones de Eduardo Bolinches para la sesión de hoy]

Por lo tanto, si Banco Santander logra superar la barrera de los 3,80 euros, nos proporcionaría una señal alcista interesante, lo que nos permitiría establecer la correspondiente orden de compra. El primer objetivo estaría en el origen del último hueco bajista pendiente de cerrar en 3,89 euros y, más allá, los máximos de diciembre en 3,96 euros.

La orden de protección, que debemos colocar para minimizar riesgos en un entorno volátil como el actual, se situaría en la pérdida de la zona de los 3,70 euros en base cierres.