Desde hace casi un mes, el precio del oro ronda los 2.300 dólares la onza. Sin embargo, parece que el sentimiento alcista está perdiendo algo de fuerza, a pesar del inicio de la operación militar del ejército israelí en Rafah, en el sector de Gaza.
¿Se ha agotado el optimismo y el metal precioso espera una corrección? ¿O simplemente se ha estancado el mercado a la espera de más claridad sobre la situación de la inflación en EEUU y las perspectivas de recortes de los tipos de interés?
Más bien lo segundo si hablamos a largo plazo.
Otro factor de apoyo a los precios del oro y posible motor del crecimiento a largo plazo es la continua demanda de oro por parte de los bancos centrales para aumentar sus reservas en medio de la incertidumbre geopolítica.
En cuanto a las perspectivas a corto plazo, el oro, según los analistas de ING, sigue en territorio de sobrecompra, por lo que existe potencial bajista. Si algo malo ocurre con la liquidez y los mercados en general, podríamos incluso ver un retroceso hasta los 1800 dólares.
La continua demanda de oro por parte de los bancos centrales para aumentar sus reservas en medio de la incertidumbre geopolítica
¿Qué cifras podríamos ver a finales de año?
La respuesta depende de las circunstancias. Si son favorables para el oro, podríamos ver fácilmente 2.700 dólares por onza. Una de las condiciones para ello podría ser la decisión de confiscar las reservas de oro de Rusia.
Como los dirigentes de los bancos centrales temen que, en caso de problemas, sus reservas puedan ser confiscadas, podría producirse un desplazamiento hacia activos físicos como el oro. Retirarlos por jurisdicciones ajenas no sería tan fácil.
No es casualidad que China esté comprando tanto oro últimamente.
Otra razón para refugiarse en el oro es la creciente deuda pública de las grandes potencias. Las deudas, el creciente coste de su servicio y los déficits presupuestarios obligan a los inversores conservadores a buscar alternativas más sustanciales.
Y, por último, la geopolítica. Aunque la operación de Israel en Rafah no desemboque en una guerra a gran escala, sigue habiendo posibles puntos calientes, como el enfrentamiento entre Corea del Norte y Corea del Sur, y Taiwán contra China.
En conclusión, dado el contexto, puede que al oro aún le quede mucho camino por recorrer.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.