Cronológicamente, los parqués de Madrid y Barcelona han vuelto a recibir miradas de interés tras la opv y ops de Puig. La multinacional catalana de perfumes, moda y cosmética protagonizó el viernes 3 de mayo la mayor salida a bolsa en España desde la de Aena en 2015 y la mayor en Europa este año. La valoración total de la compañía ascendió a más de 13.900 millones de euros.

Salió a 24,5 euros por acción, en la parte alta del rango contemplado en el folleto, y una semana después ha cerrado con una tímida revalorización acumulada del 1,95%, hasta los 24,98 euros por título.

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Los analistas ya advertían antes de su salto al parqué que la dueña de marcas como Carolina Herrera, Jean Paul Gaultier, Rabanne, Nina Ricci o Charlotte Tilbury tiene un modelo de negocio resiliente y con capacidad de crecer todavía más. Una compañía del sector del lujo que diversificará al Ibex 35 cuando entre a formar parte de él en una de las próximas revisiones de este año. Pero que, a su vez, el debut lo era en términos muy exigentes de valoración, lo que podría ahogar su empuje inicial en bolsa.

Así ha sido. Pero eso no empaña el exitoso paso que ha dado Puig, con 110 años de historia y tres generaciones a sus espaldas. No en vano, el hedge fund neoyorquino Millennium ha aflorado una participación superior al 1,5% en Puig. Este inversor institucional se sitúa, por tanto, detrás de CriteriaCaixa, ya que el brazo inversor de la Fundación 'la Caixa' ya comprometió antes un 3,05%.

El Ibex vuelve a interesar

José Ramón Iturriaga, socio y gestor de Abante, valora positivamente ambos hechos, tanto el debut bursátil de Puig como la opa hostil lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell tras haber rechazado previamente éste último una primera oferta de compra amistosa.

"La bolsa española vuelve a estar en la portada de los periódicos y medios internacionales, y en el buen sentido. Este tipo de operaciones suelen producirse en épocas de bonanza económica, no de crisis", lo que dice mucho de la plácida senda económica que transita España, agrega.

Marc Puig toca la campana en la salida a bolsa de la compañía Puig. Lorena Sopêna Europa Press

"Puig es una compañía que quiere seguir creciendo en nuevos nichos de productos o en países donde aún representa poco". China es un buen ejemplo.

En el caso de la opa de BBVA sobre el Sabadell, aclara Iturriaga, "el término hostil implica que es un movimiento ofensivo, de crecimiento, sobre todo, en el segmento de pymes para diversificar ingresos". "Algo muy diferente a lo que hubiera sido una opa defensiva en plena crisis financiera", cuando muchos bancos tuvieron problemas de liquidez y se vieron entrampados en carteras inmobiliarias tóxicas y con mucha mora en su balance.

Batalla entre BBVA y el Sabadell

En la 'guerra' abierta entre BBVA y el Sabadell, todo está por renegociarse o definirse si nada cambia. Un proceso que transcurre ahora por la segunda de las vías y que podría durar de seis a ocho meses. Es hora de que los accionistas de Banco Sabadell muestren sus cartas.

El último episodio de esta batalla es la denuncia interpuesta por Banco Sabadell ante la CNMV argumentando que BBVA "vulnera" la ley de opas. Y es que Carlos Torres, presidente del banco azul, afirmó en la presentación antes analistas y en la rueda de prensa posterior del jueves que habían recibido el interés de varios accionistas del Sabadell por llevar adelante la opa. A lo que Banco Sabadell le exige a BBVA que revele de quién se trata para que el mercado disponga de toda la información posible.

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El gestor de Abante considera que ya la operación, desde su primera etapa como voluntaria, "era buena para los accionistas de los dos bancos".

José Caturla, consejero delegado de Promocinver Sicav, estima que BBVA usa la opa hostil sobre el Sabadell porque "quiere ver qué apoyo tiene el consejo de Banco Sabadell".

Este gestor opina que "el supervisor no se va a oponer de frente, pero no lo va a ayudar", y da por hecho que "los accionistas del Sabadell están divididos", lo que aventura unas próximas semanas de infarto en el sector bancario nacional. Pero, si los inversores leen entre líneas, esto realza al conjunto del Ibex y las cotizadas españolas.