Las perspectivas económicas mundiales han mejorado desde enero, con una previsión de crecimiento del 2,7% en 2024, frente al 2,4% de principios de año, pero los precios del petróleo siguen bajando.
Ni siquiera ayudó que el cártel petrolero OPEP+ acordara prorrogar los recortes de producción de petróleo hasta 2025. Anteriormente, el acuerdo estaba previsto hasta finales de 2024.
¿Significa esto que la organización está perdiendo poder político?
Más bien, la OPEP está perdiendo poder para fijar los precios. Y esto no ha ocurrido recientemente, sino que viene ocurriendo desde hace tiempo, entre otras cosas por el suministro de petróleo de otros países.
Además, las medidas anunciadas no son tan drásticas: la cuota total de los países pasa de 39,425 millones de barriles diarios a 39,725 millones en 2025.
Los indicadores macroeconómicos tampoco jugaron a favor del oro negro:
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El PIB estadounidense fue revisado a la baja en el primer trimestre, hasta el 1,3% intertrimestral desde el 1,6%.
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La actividad manufacturera china se contrajo, lo que suscita dudas sobre la capacidad del país para alcanzar su objetivo de crecimiento del 5%.
¿Hacia dónde se dirige el petróleo?
Los analistas esperan que el precio medio del crudo Brent en 2024 sea de 84,01 dólares por barril, y el del crudo estadounidense de 79,56 dólares por barril, por debajo de la previsión de abril.
Por el lado de la demanda, se prevé que crezca entre 920.000 y 1,8 millones de barriles diarios, con una estimación media de 1,35 millones de barriles diarios, inferior a la previsión de abril.
Si la demanda crece este año en los 2,2 millones de barriles diarios previstos por la OPEP y otros 1,8 millones de barriles diarios el año que viene, las medidas adoptadas por el cártel darán sus frutos.
Sin embargo, si la demanda vuelve a decepcionar, los precios podrían bajar aún más. Dicho esto, es importante vigilar los indicadores macroeconómicos de las principales economías.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.