El presidente francés, Emmanuel Macron, asiste a una ceremonia que conmemora el 80º aniversario de la masacre de 643 personas por las fuerzas nazis alemanas, en Oradour-sur-Glane, Francia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, asiste a una ceremonia que conmemora el 80º aniversario de la masacre de 643 personas por las fuerzas nazis alemanas, en Oradour-sur-Glane, Francia. Reuters

Mercados

El avance 'ultra' en la UE mete miedo al dinero: temor a que Francia sufra un parón por la inestabilidad

La capacidad de Macron para llevar a cabo reformas estructurales y reducir el déficit se puede ver reducida por las elecciones a la Asamblea.

11 junio, 2024 02:21

Las elecciones al Parlamento Europeo se han saldado con la escalada de la extrema derecha, un ascenso ya contemplado, al menos parcialmente, por las encuestas y que no ha desestabilizado en gran medida a los mercados. El foco de incertidumbre ahora reside en Francia, donde se celebrarán elecciones anticipadas a la Asamblea. Los inversores temen que la segunda mayor economía de Europa se frene por la inestabilidad política.

Los resultados de las elecciones europeas no han cambiado significativamente el equilibrio de poder en el hemiciclo europeo, lo que sugiere cierta continuidad y suele ser positivo para los inversores. Así, y a pesar del descenso en el número de escaños, la mayoría proeuropea, sigue siendo fuerte, con 455 escaños de los 720 posibles.

Aunque la foto final no es excesivamente preocupante, lo cierto es que varios partidos que están en los gobiernos de diferentes países del bloque han sufrido un varapalo en estos comicios. La razón es el auge de la extrema derecha.

Como ejemplo, los socialdemócratas del canciller alemán Olaf Scholz han sufrido una dura derrota debido al éxito de AfD, que ha conseguido el segundo puesto en las elecciones europeas. Asimismo, el primer ministro belga, Alexander de Croo, ha dimitido por los malos resultados obtenidos, mientras que en Austria ha ganado el Partido de la Libertad.

Pero el mercado pone el foco en Francia, donde el partido Renaissance, el del presidente Emmanuel Macron, que ha obtenido el 15,2% de los votos, muy por detrás de Ressamblement National, de Marine Le Pen, que ha logrado el 31,5%.

El descalabro electoral ha llevado al presidente francés a adelantar la celebración de elecciones parlamentarias, que ahora tendrán lugar los días 30 de junio y 7 de julio. La incertidumbre política que envuelve al país galo, la segunda mayor economía de Europa, levanta suspicacias entre los inversores.

No en vano, el resultado de los comicios podría limitar aún más la capacidad del Gobierno de Macron para abordar los retos económicos más urgentes en materia de crédito, incluido el saneamiento de las finanzas públicas, si los partidos de la oposición refuerzan su control sobre la Asamblea Nacional.  

Tres escenarios

Las implicaciones económicas de las mencionadas elecciones dependerán de los resultados de las mismas. En este sentido, Scope Rating contempla tres posibles escenarios que tendrán diferentes efectos en la política económica francesa.

El primero de ellos es la victoria de Macron. “La ampliación de la actual coalición de gobierno para incluir a otros partidos centristas [...] podría garantizar la continuidad de las políticas y mitigar la influencia de las fuerzas políticas radicales a corto plazo”, explican desde la agencia de calificación.

Tal resultado, consideran, “apoyaría moderadamente el impulso reformista, estancado desde que el partido de Macron y sus aliados perdieron la mayoría parlamentaria absoluta en 2022”.

El segundo escenario es que se mantenga una configuración similar a la actual en la Asamblea, lo que tendría un impacto “neutro” sobre las políticas económicas. Sin embargo, “la falta de mayoría absoluta seguiría siendo una limitación importante para el partido presidencial, con escaso impacto en la capacidad de ejecutar reformas”, advierten desde Scope Rating.

El último de ellos es la cohabitación, como se conoce a la convivencia forzosa entre presidente y Gobierno de distinto signo político. Ha ocurrido en tres ocasiones durante la V República, la última de ellas entre 1997 y 2002.

Este escenario, en el que Macron debe trabajar con un primer ministro de Ressamblement National “probablemente conduciría a un estancamiento político hasta las próximas elecciones presidenciales [previstas en 2027] y podría aumentar el riesgo de políticas poco favorables para las empresas y/o una mayor relajación fiscal a corto plazo”, señalan los analistas de Scope Rating.

En este caso, esperan que la capacidad de Macron para llevar a cabo reformas estructurales y reducir el déficit presupuestario de un 5,3% del PIB en 2023 a menos del 3% en 2027, según lo estipulado por Bruselas, se vea aún más mermada.

Cabe recordar que esta hoja de ruta implica un ahorro adicional de unos 50.000 millones de euros, es decir, el 2% del PIB en los próximos años, según el Tribunal de Cuentas francés, lo que sería difícil de conseguir con un Parlamento más fragmentado y polarizado.

Momento delicado

Para Mabrouk Chetouane, responsable de estrategia global de Natixis IM Solutions, “las consecuencias económicas y financieras de este trueno político ya son palpables”.  El principal índice bursátil parisino, el Cac 40, abrió con fuertes caídas la sesión del lunes, “reflejo de la inquietud por la visibilidad de la trayectoria de la economía francesa”. Al final de la jornada el descenso se moderó al 1,35%.

Frente al descenso del Cac 40, la rentabilidad de la deuda francesa escaló con fuerza. El interés ofrecido por el bono de Francia a 10 años se elevó hasta rozar el 3,25%, el nivel más abultado desde noviembre de 2023.

A consecuencia de dicho incremento, la prima de riesgo del país -el sobrecoste que Francia debe pagar para financiarse respecto a Alemania, que es el emisor de referencia en la zona euro- se elevó hasta los 57 puntos básicos. Había cerrado la jornada del viernes en los 49 enteros.

Y ello en un momento en el que la parálisis legislativa también supone “una nueva amenaza para la calificación de su deuda pública”, tal y como considera Chetouane.

Se refiere al hecho de que hace menos de dos semanas la agencia de calificación Standard & Poor’s rebajó la deuda soberana francesa en un escalón, de AA a AA-, debido al aumento del déficit público del país. Hace un mes y medio Fitch y Moody’s decidieron mantener sus notas.

“Francia, pilar de la zona euro, podría encontrarse en un posible callejón sin salida. Esto reduciría la visibilidad de los inversores, acentuaría la volatilidad de las bolsas nacionales y aumentaría el coste de la deuda”, añade el responsable de estrategia global de Natixis IM Solutions.

El euro y las bolsas

Más allá de la cuestión francesa, las elecciones europeas sí han tenido efecto, aunque contenidos, en los activos financieros del bloque. El euro, por ejemplo, se depreció el lunes hasta tocar los 1,075 dólares, mínimos no vistos en el último mes.

Al mismo tiempo, con la excepción del Cac 40, las principales bolsas europeas terminaron el día con descensos contenidos, muy por encima de los mínimos del día que llegaron a marcar poco después de la apertura de la sesión bursátil.

A pesar de que los resultados electorales ya estaban, "hasta cierto punto descontados por el mercado", para los expertos de Janus Henderson las consecuencias de los comicios "podrían representar un pequeño golpe de sentimiento" en las bolsas de la región, "al recordar a los inversores los riesgos políticos que habían quedado relegados a un segundo plano durante el pasado año".