Los "vendedores de palas" resultan ser los principales beneficiarios de la fiebre de la inteligencia artificial, al igual que lo fueron en la fiebre del oro hace más de 150 años. Sólo que ahora son los proveedores de chips los que más ganan.

Destaca Nvidia. Los sólidos resultados trimestrales y las esperanzas de una creciente demanda de sus productos la convirtieron por primera vez en la empresa más valiosa del mundo, con una capitalización bursátil de 3,3 billones de dólares.

Tardó 24 años en alcanzar una capitalización bursátil de 1.000 millones de dólares, 180 días de cotización en duplicarse hasta los 2.000 millones y sólo 66 días más en llegar a los 3.000 millones. A este ritmo, pronto superaría los 4.000 millones de dólares...

Ahora bien, cabe señalar que las acciones ya no son precisamente baratas desde el punto de vista de los multiplicadores. El PER previsto de Nvidia es de 27,6 veces y el PER actual es de 49,6 veces, en comparación con las 21 veces de beneficios del índice S&P 500.

¿Estamos viviendo otra burbuja?

Tardó 24 años en alcanzar una capitalización bursátil de 1.000 millones de dólares

El hecho de que las cinco grandes (Microsoft, Nvidia, Google, Amazon y Meta) representen juntas el 25% de la capitalización bursátil del S&P 500 apunta a la mayor concentración en 50 años. Por sí mismo no es una catástrofe.

Algunos analistas creen incluso que no tiene sentido hacer comparaciones con lo ocurrido hace 24 años, ya que esta vez será diferente, al considerar los revolucionarios chips de Nvidia como el invento más importante del siglo. 

Sin embargo, las cifras sugieren cautela. Aunque se han invertido unos 50.000 millones de dólares en chips Nvidia desde que comenzó el boom, las startups de IA generativa sólo han generado 3.000 millones de dólares en ventas.

Las cinco grandes (Microsoft, Nvidia, Google, Amazon y Meta) representen juntas el 25% de la capitalización bursátil del S&P 500

Entonces, ¿está a punto de llegar la corrección?

Sin una bola de cristal, es imposible responder a esta pregunta, y quienes lo intentan suelen fracasar. Mientras el mercado bursátil siga siendo alcista y optimista sobre el futuro, el auge de la IA y el idilio con los valores tecnológicos podrían persistir.

Sin embargo, cuando el cambio de sentimiento llegue al mercado, los valores más sobrevalorados podrían experimentar una corrección significativa. En cuanto a cuándo se producirá, conviene estar atentos a los indicadores macroeconómicos.

***Igor Kuchma es analista de Trading View.