Un panel del Palacio de la Bolsa de Madrid muestra las cotizaciones de las acciones A y B de Grifols.

Un panel del Palacio de la Bolsa de Madrid muestra las cotizaciones de las acciones A y B de Grifols. Europa Press

Mercados

Los bonistas de Grifols tendrán la última palabra sobre la opa para sacar de bolsa a la compañía

El mercado confía en que la familia fundadora y Brookfield lanzarán la operación, pero existen dudas sobre si convencerá al resto de accionistas.

9 julio, 2024 02:20

Este lunes saltó la noticia: la familia fundadora y el fondo canadiense Brookfield mantienen conversaciones para lanzar una oferta pública de adquisición (opa) sobre Grifols. Aunque todavía no hay ningún acuerdo para que la operación se lleve a cabo, quienes tendrán la última palabra sobre la misma serán los bonistas de la compañía de hemoderivados.

Fuentes financieras consultadas por EL ESPAÑOL–Invertia explican que muchas de las emisiones de bonos de Grifols, que alcanzan los 3.700 millones de euros, están sometidas a una cláusula de cambio de control sobre la compañía. Por este motivo, cualquier tipo de operación que implique un cambio de manos debe ser aprobada por los tenedores de la deuda de la farmacéutica de origen catalán.

Ello obligaría a pagar los 3.700 millones o a renegociarlos. Eso sí, gran parte de la deuda de Grifols fue emitida en un momento en el que el precio del dinero era mucho más reducido que el actual. Por este motivo, renegociar las emisiones supondría que los tipos se elevarán hasta el 7% o, incluso, el 9% desde la media de entre el 3% y el 4% en los que se encuentran en la actualidad, tal y como explican las mismas fuentes.

La operación

Según explicó Grifols en una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su consejo de administración, reunido de forma extraordinaria, recibió este domingo una petición a través de los accionistas familiares de Grifols y Brookfield Capital Partners "para permitir el acceso a determinada información" de la compañía a fin de llevar a cabo un proceso de due diligence en relación con una posible adquisición de acciones.

El propósito de la transacción sería la exclusión de cotización de Grifols en caso de que la operación se lleve a cabo finalmente, tal y como también confirmó después el fondo canadiense.

"La sociedad a la fecha de hoy desconoce si se llevará a cabo o no dicha operación y desconoce por completo los términos en los que, en su caso, podría realizarse", apuntaba el comunicado de Grifols.

A la espera de que la oferta se produzca, las fuentes consultadas por este periódico confían en que la opa sea lanzada. “Si no se produce, el mercado entendería que algo han encontrado que no ha gustado y ha hecho que Brookfield se eche atrás”, advierten.

Advierten de si la opa no se produce desencadenaría un serio problema para la cotización de la compañía en el mercado. Sin embargo, al contar con el apoyo de la familia, creen que “el proceso debe estar ya muy avanzado” y que Brookfield cuenta ya con una gran parte de la información. 

Aunque no se conocen muchos detalles más, ni el porcentaje necesario de aceptación ni el precio, se ha especulado con la posibilidad de que la operación se lleve a cabo por unos 5.500 millones de euros. Sin embargo, las fuentes consultadas descartan este precio -la valoración con la que Grifols terminó la sesión del viernes- al considerarlo demasiado bajo.

El precio, clave

Por el contrario, apuntan que la oferta podría incluir un pago de entre 11 y 12 euros por acción. La cuantía aplicaría de igual manera tanto a las acciones A -con más derechos políticos- como a los títulos B de la compañía de hemoderivados y supondría valorarla entre los 7.500 y los 8.250 millones de euros.

De terminar lanzándose la opa a este precio, conllevaría una prima de entre el 22% y el 33% respecto al precio al que cerró Grifols el pasado viernes, la última jornada bursátil antes de que se conociera la posibilidad de opa.

Si finalmente el precio ofrecido es el mismo tanto para las acciones ordinarias como para las preferentes, la prima de los títulos B podría alcanzar el 100%, ya que cotizan en niveles inferiores a sus hermanas A, aunque esa diferencia se acortó este lunes. Mientras que las acciones A subieron un 9,7%, hasta los 9,862 euros, los títulos B se dispararon un 21,43%, hasta los 7,82 euros.

Además, con una oferta de 12 euros por acción, la valoración se acercaría a la capitalización bursátil de Grifols previa a la publicación de los informes de Gotham City Research. El 8 de enero, víspera del primer ataque, la farmacéutica tenía un valor de mercado de 8.700 millones de euros.

Los accionistas

La familia Grifols y diversos directivos vinculados a la compañía controlan algo más del 30% del capital a través de diversas sociedades. El máximo accionista de la corporación es Deria (9,2%), seguido de Scranton (8,67%) -vehículo inversor de la familia y epicentro de los problemas de la farmacéutica-, Ponder Trade (7,1%) y Ralledor Holding (6,15%).

El 70% restante se encuentra en manos de otros inversores, entre los que se encuentran grandes gestoras y bancos de inversión como Capital Group (4,6%), BlackRock (4,3%) y JPMorgan (3,8%).

Pese a que la familia controla un tercio del accionario, algunos analistas dudan de que la operación se termine llevando a cabo si el precio ofrecido no es suficientemente atractivo para el resto de inversores.