La "mayor inflación" ya no es el principal temor de los gestores de fondos. La escalada de los precios ha dejado paso a una nueva fuente de preocupación: la geopolítica. No es de extrañar en un contexto en el que han tenido o tendrán lugar elecciones en Francia, Reino Unido y Estados Unidos –por nombrar sólo algunos países– y en el que la guerra en Ucrania y las tensiones en Oriente Medio continúan.

Así se desprende de la encuesta de Bank of America realizada a 242 gestores que de forma conjunta cuentan con 632.000 millones de dólares en activos bajo gestión. El sondeo tuvo lugar entre el 5 y el 11 de julio, por lo que no recoge el impacto que haya podido tener el atentado contra el expresidente estadounidense Donald Trump.

Exactamente, el 26% de los gestores de fondos nombran la posibilidad de que tenga lugar un "conflicto geopolítico" como el mayor riesgo para las perspectivas de inversión. De esta forma, desbanca a la "mayor inflación", que ha sido la principal preocupación de los gestores durante los últimos seis meses. De hecho, todavía lo consideran así el 22% de los encuestados.

Aunque el 22% de los inversores todavía considera que una "mayor inflación" es la principal amenaza para los mercados, lo cierto es que poco a poco la escalada de los precios ha ido moderándose. 

Por ejemplo, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de EEUU se redujo en junio al 3%, tres décimas menos que en el mes anterior. En la eurozona se suavizó una décima, al 2,5%. De hecho, el 62% de los gestores de fondos espera que la inflación continúe descendiendo en los próximos doce meses.

Una vez que el problema de la inflación parece controlado, los inversores se centran en las cuestiones políticas. No en vano el 45% de la población global ha participado o participará en unas elecciones en 2024. "La geopolítica, aunque no es el principal motor de los mercados, puede dar lugar a episodios de volatilidad, dado el apretado calendario", advertían los analistas de Barclays a finales de 2023.

Los últimos comicios que han generado volatilidad han sido las elecciones anticipadas en Francia. "Los resultados no arrojaron una mayoría clara, lo que significa que sigue habiendo una gran incertidumbre sobre lo que ocurrirá a continuación. Por lo tanto, es probable que las dudas sobre la futura sostenibilidad de la deuda del Estado francés se mantengan o incluso se intensifiquen", subrayan desde J. Safra Sarasin Sustainable AM.

Joe Biden escucha mientras Donald Trump habla durante el debate presidencial. Reuters

El próximo foco de atención político para las bolsas son las elecciones presidenciales que el 5 de noviembre se celebrarán en EEUU. "Como han señalado muchos analistas", el atentado sufrido el pasado fin de semana "podría reforzar la campaña de Trump. El hecho de que haya logrado sobrevivir a un atentado puede contrastar con la vacilante actuación de Biden en un reciente debate televisivo", explican en AllianzGI.

Y mientras que las elecciones se suceden, la guerra en Ucrania ya dura casi dos años y medio. Al mismo tiempo, el conflicto en la Franja de Gaza ha avivado las tensiones en Oriente Medio y las relaciones entre China y Taiwán se han tensionado.

Más allá de los riesgos mencionados, los gestores también mencionan una recesión, o un aterrizaje duro, de Estados Unidos (18%) y una crisis de crédito (7%). Entremedias, con un 12%, se sitúa una posible "burbuja de la inteligencia artificial". El porcentaje se ha incrementado siete puntos porcentuales respecto a la encuesta realizada en junio.

Pero ¿el boom de la IA es una burbuja? Los gestores de fondos no tienen una respuesta clara. El 45% de los encuestados no cree que lo sea, pero el 43% de los inversores sí cree que el de esta tecnología es un fenómeno que podría explotar.

Perspectivas económicas

Fruto de la moderación de la inflación, los gestores de fondo se muestran optimistas respecto a las bajadas de tipos por parte de los bancos centrales. En este sentido, el 56% de los gestores esperan que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) baje las tasas de referencia en la reunión que celebrará el 18 de septiembre.

Entrando en las perspectivas macroeconómicas, una parte de los gestores ha retomado las dudas en cuanto al crecimiento de la economía global, ya que un 27% prevé una desaceleración –el nivel más alto desde enero–, mientras que en un 11% espera que el ciclo económico se expanda.

La mayor parte de ese sentir pesimista proviene de las perspectivas sobre Estados Unidos, ya que un 78% cree que la desaceleración como consecuencia de la política monetaria de la Fed. En contraposición, el porcentaje de gestores que anticipa una desaceleración del crecimiento en China y en la eurozona se limitan, respectivamente, al 38% y el 30%.

Con todo, un 68% sigue considerando que un aterrizaje suave –es decir, una desaceleración, pero crecimiento positivo– es el resultado más probable para la economía, mientras que sólo uno de cada diez gestores apuesta por un escenario de aterrizaje forzoso, es decir, por una posible recesión.