Los datos se han conocido antes de que diese inicio la jornada al otro lado del Atlántico. Tras el toque de campana, el Dow Jones sumaba un 0,19%, hasta los 41.427,94 puntos. Con este avance, el índice se mantenía cerca de los máximos históricos que alcanzó la víspera, cuando tocó los 41.577,59 enteros.

Al mismo tiempo, el S&P 500 sumaba un 0,56%, hasta los 5.623,22 puntos, y se situaba muy cerca de los máximos históricos que marcó a mediados de julio. Más alejado de sus cotas más altas, el Nasdaq Composite repuntaba un 0,78%, hasta los 17.646,75 puntos.

El repunte que el Dow Jones se anotaba en la sesión de este viernes se sumaba a la subida acumulada en las cuatro jornadas anteriores, del 0,7%. De terminar con signo positivo, esta será su tercera semana consecutiva al alza.

En los primeros minutos de negociación, las mayores subidas del Dow Jones eran las de Intel (+5,32%), Home Depot (+0,8%) y Microsoft (+0,78%).

Sólo tres valores iniciaban el día en rojo: Chevron (-0,48%), Salesforce (-0,35%) y Nike (-0,01%).

Por el contrario, y a pesar de las subidas de este viernes, el S&P 500 y el Nasdaq Composite, con una mayor presencia tecnológica, registraban caídas semanales. A falta de lo que ocurriese a lo largo de la sesión, las pérdidas eran el 0,76% y del 2,02%, respectivamente.

Las bajadas que las tecnológicas han sufrido en las últimas sesiones –incluida Nvidia tras presentar sus resultados- también impactaba de forma negativa en el saldo mensual del Nasdaq Composite, que cedía un 0,47% en agosto.

Frente a este descenso, el Dow Jones avanzaba un 1,21% y el S&P 500 repuntaba un 1,26%, dando por zanjada la crisis sufrida durante los primeros días del mes. Agosto será el cuarto mes consecutivo de ambos índices.

Inflación

El parqué neoyorquino se animaba este viernes después de la publicación del Índice de Precios de Gasto de Consumo Personal (PCE, por sus siglas en inglés). Según ha revelado este viernes la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio, la tasa general se mantuvo sin cambios en el séptimo mes del año, situándose de nuevo en el 2,5%.

La variable subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, cerró julio con un incremento del 2,6%, también sin cambios respecto a la tasa de junio.

De esta forma, el PCE se ha congelado en contra de las previsiones de los analistas que esperaban que ambas tasas se incrementasen una décima, hasta el 2,6% en el caso de la general y hasta el 2,7% en el de la subyacente.

“Se trata de otro informe de inflación tranquilizador para una Reserva Federal que pretende bajar los tipos de interés en su reunión de mediados de septiembre”, indica Bret Kenwell, analista de inversiones de eToro.

De los precios al empleo

No obstante, el mismo experto señala que “al igual que la Fed, la atención de los inversores parece estar desplazándose de la inflación al mercado laboral, y pronto todas las miradas estarán puestas en el informe mensual de empleo del próximo viernes”.

“El informe de empleo del mes pasado fue un gran fracaso, lo que provocó una preocupación generalizada de que la Fed llegara demasiado tarde para recortar los tipos. Aunque los informes de ventas minoristas y del PIB, mejores de lo esperado, ayudaron a mitigar algunas de esas preocupaciones, el mercado laboral sigue siendo motivo de inquietud”, añade el mismo experto.

Exactamente, el producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos experimentó un incremento del 0,8% en el segundo trimestre, esto es el doble que el crecimiento del 0,4% del trimestre anterior.

En cifras anualizadas, el PIB estadounidense avanzó un 3% entre abril y junio, frente al 1,4% de los tres meses previos. Asimismo, el crecimiento es dos décimas superior al recogido en la lectura preliminar.