Moncler es una compañía italiana de moda de lujo, que comenzó su historia como una empresa de ropa de deporte de montaña pero que en la actualidad es una de las firmas de lujo que más crece del mundo. En la actualidad, ya cuenta con más de 7.000 empleados y se ubica en unos 75 países.
Sin embargo, la caída de la demanda global, sobre todo por parte de China, ha impactado en las cuentas de la compañía y así en la cotización de sus acciones.
Moncler ha conseguido aumentar sus ingresos a una tasa anualizada del 23% desde 2003 hasta 2023, gracias a su enfoque comercial que abarca desde los 20 hasta los 50 años. Además, la empresa tiene un modelo centrado en sus ventas directas, que han representado el 84% de sus ingresos en el primer semestre de 2024.
El problema viene de su distribución geográfica de los ingresos. Asia había conseguido impulsar sus cifras, pero cuando la mitad de tus ingresos provienen del continente que está enfrentando una ralentización de la demanda también te impacta.
En el primer semestre el crecimiento de los ingresos totales fue del 8%, muy por debajo del 24% conseguido en el mismo periodo del año anterior. Esto se debe principalmente a un frenazo del crecimiento en el segundo trimestre, con un aumento de tan solo el 0,5%. Por ello, la cotización de Moncler ha sufrido una corrección del 12,7% en el último año y del 27% desde máximos.
Pero la situación tarde o temprano se estabilizará. A pesar de lo que se piensa, las bajadas de tipos de interés benefician en gran medida al mercado objetivo de Moncler, las clases más altas. Esto provocará que la demanda se recupere y que el resto de áreas geográficas comiencen a compensar la debilidad de China, que sí que tardará más en recuperarse.
Por todo ello, pensamos que en 2025 podría alcanzar los 2,6 euros de beneficio por acción. A esta cifra, le aplicamos un múltiplo de 25 veces, incluso por debajo de su media de los últimos 5 años de 27,5 veces pero superior a las 19,7 veces actuales (por debajo de una desviación estándar de su media).
Precio objetivo
Esto nos daría un precio objetivo de 65 euros por acción, que equivaldría a un potencial del 27,2% desde los precios actuales.
El precio de la acción está en un canal lateral desde 2023, pero a corto plazo la tendencia ha sido muy bajista. Tanto es así que ahora se encuentra en un nivel de soporte que pensamos que será el propulsor del rebote.
Su ADX ha frenado la tendencia, lo que si lo juntamos con la cercanía a la zona de sobreventa de su RSI pensamos que la acción se puede dar la vuelta.
Además, la cotización ha caído muy por debajo de su media móvil de 30 días, lo que suele implicar una reversión a su media. Vemos el siguiente nivel en los 64 euros por acción, donde hay una resistencia importante que si se supera se podrá dirigir hacia los 70 euros por título.
***Javier Cabrera es analista de mercados