El primer ministro francés, Michel Barnier, habla durante las preguntas a la sesión del gobierno en la Asamblea Nacional en París, Francia.

El primer ministro francés, Michel Barnier, habla durante las preguntas a la sesión del gobierno en la Asamblea Nacional en París, Francia. Reuters

Mercados

El euro se debilita y la prima de riesgo de Francia sube ante la inminente caída del Gobierno de Michel Barnier

L. Piedehierro
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Actualizada

El Gobierno francés está a punto de caer. Consecuencia de la incertidumbre política a la que se enfrenta el país, la prima de riesgo de Francia rozaba este lunes los 90 puntos básicos. Al mismo tiempo, y la espera de que Michel Barnier se enfrente el próximo miércoles a una moción de censura que parece que perderá, el euro se debilitaba frente al dólar.

De esta forma, mientras que la rentabilidad del bono alemán a 10 años, la referencia en Europa, retrocedía al 2,037%, el interés ofrecido por la deuda francesa al mismo plazo se elevaba al 2,912%.

Por tanto, la prima de riesgo de Francia, el sobrecoste que debe pagar el país galo en los mercados para financiarse respecto a Alemania, rozaba los 90 puntos básicos. Se encuentra en máximos no vistos desde 2012 y es superior al diferencial de España, Portugal y Grecia.

Este nuevo incremento de la prima de riesgo de Francia se ha producido después de que el primer ministro francés haya puesto contra las cuerdas a su gabinete al anunciar la adopción sin voto parlamentario de los presupuestos de la Seguridad Social para 2025.

Instantes después, y como habían avisado de que ocurriría, los dos partidos de la oposición han anunciado que presentarán una moción en las próximas horas. Será debatida, con toda probabilidad, el miércoles en la Asamblea Nacional.

La portavoz de la izquierdista La Francia Insumisa (LFI), Mathilde Panot, anunció la presentación de la moción de censura y a través de las redes sociales la Agrupación Nacional (RN) de Le Pen informó de que la apoyará.

De esta forma, el exnegociador de la UE para el Brexit, nombrado el pasado 5 de septiembre al frente del Ejecutivo francés, puede convertirse en el primer ministro más breve de Francia tras la II Guerra Mundial. Además, puede ser el segundo en ser destituido en una moción de censura después de Georges Pompidou en 1962.

Barnier se dirigió a la cámara baja con un tono solemne para anunciar la adopción del presupuesto de la Seguridad Social sin voto parlamentario y apeló a la responsabilidad de los grupos políticos "en un momento clave".

El primer ministro tomó esta decisión tras varios días de negociaciones con la extrema derecha de Le Pen, a quien hizo diversas concesiones, pero a quien no terminó de convencer. Barnier cedió en tres de las cuatro "líneas rojas" dibujadas por la líder ultraderechista: eliminó un impuesto sobre la electricidad, recortó la ayuda médica a los inmigrantes ilegales y renunció a dejar de subvencionar diversos medicamentos.

Pero se negó a aplicar la última, la de retrasar medio año la subida de las pensiones para contrarrestar la inflación, la última petición que, minutos antes del debate parlamentario, exigía Le Pen. Para entonces, Barnier ya había tomado su decisión de avanzar sin voto parlamentario, aunque eso coloque a su Gobierno a la merced de una moción de censura.

Según apuntan desde Edmond de Rothschild AM, la caída del Gobierno “desencadenaría una crisis institucional en Francia”. “El presidente Macron podría, por supuesto, nombrar un gobierno técnico, pero sin ninguna certeza de que consiga aprobar un nuevo proyecto presupuestario. Y, por ley, no se pueden convocar nuevas elecciones parlamentarias antes del próximo verano”, explican.

100 puntos básicos

En Generali Investments creen que es “poco probable que la evolución futura se traduzca en una reducción del diferencial francés”.

Así, anticipan que “el diferencial se mantenga en el rango observado en los últimos días durante las próximas semanas, a la espera de la evolución política, con un riesgo no desdeñable de que el mercado ponga a prueba el nivel de los 100 puntos básicos a partir de enero, cuando se reanude la actividad de financiación”.

“Pero pase lo que pase, esta incertidumbre política seguirá haciendo que los inversores -así como las agencias de calificación- desconfíen de la deuda francesa”, añaden.

Para los expertos de Axa IM, “hay dos opciones realistas para el primer ministro en sus esfuerzos por detener esto”. La primera es que Barnier pinte en la moción de censura “un panorama muy sombrío de las consecuencias de un rechazo del presupuesto, sobre todo en términos de reacción de los mercados financieros, con la esperanza de que la opinión pública cambie, así como el cálculo de la oposición”.

La segunda es que ofrezca “suficientes concesiones sobre el presupuesto a los grupos de la oposición para darles una buena razón para explicar a su electorado por qué, en última instancia, no apoyarían una moción de censura”.

“En términos más generales, más que el impacto inmediato de un rechazo del presupuesto en el gasto cotidiano”, “la principal preocupación” de la gestora “es la trayectoria global de las finanzas públicas francesas”.

Caída del euro

La crisis del Gobierno de Francia también pesaba sobre el euro. "La política francesa parece estar jugando un papel tardío en el mercado cambiario y provocando un bajo rendimiento del euro", subrayan desde ING.

A la espera de cómo se suceden los acontecimientos en la Asamblea Nacional de París el próximo miércoles, el euro cedía un 0,80% frente al dólar, hasta los 1,049 billetes verdes.

Por su parte, la divisa estadounidense se veía favorecida por las palabras del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien el domingo exigió a los miembros de los BRICS –entre los que se encuentran Brasil, Rusia y China– que se comprometan a no crear una nueva moneda o apoyar otra moneda que pueda reemplazar al dólar. Si no lo hacen, podrían enfrentarse a aranceles del 100%.

El índice dólar, que mide la evolución de la divisa estadounidense frente al resto de principales monedas, avanzaba un 0,85%, hasta los 106,6 puntos.