Este lunes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado el riesgo de la nueva variante de la Covid-19, denominada ómicron, como "muy alto". En un informe sobre esta nueva cepa del SARS-CoV-2, la OMS llama la atención sobre las elevadas mutaciones de ómicron, con potencial de ser más resistentes a la vacuna y más contagiosas.

Desde que hiciera acto de prensa la nueva cepa sudafricana, ha habido un activo que se ha revalorizado con fuerza: la criptomoneda que lleva el mismo nombre que ha asignado la OMS a la nueva variante: omicron. Tiene menos de un mes de vida y la mayor parte de ella la ha pasado en negativo respecto a su precio de salida, sin embargo, el viernes pasado vivió un gran movimiento alcista.

El token de baja capitalización se autodefine como un “protocolo de moneda descentralizado” (DAO, por sus siglas en inglés) construido sobre Arbitrum, la solución de Capa 2 más utilizada de Ethereum en la actualidad.

Como se puede ver en la imagen, no había tenido ningún éxito hasta que su nombre coincidió con el de la nueva cepa procedente de Sudáfrica

omicron

Volatilidad

Pasó de cotizar a 65 dólares el viernes antes de que asignaran el nombre de omicron a la nueva variante a más de 700 esta madrugada, nivel desde el que han surgido algunas ventas.

No obstante, es uno de los activos que más se ha visto beneficiado por esta mala noticia sanitaria a nivel global. No obstante, su volumen de negociación, incluso a pesar de tanto movimiento, es de poco más de 600.000 dólares.

Es una ineficiencia del mercado que algo suba por una coincidencia de nombre pero no es algo que ocurra sólo con las criptos, sin ir más lejos cuando Facebook cambió el nombre a Meta, un ETF con ese ticker, disparó sus entradas de dinero.

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