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El bitcoin sigue su camino hacia máximos históricos con una revalorización que rebasa el 120% en lo que va de año. Sin embargo, solo una minoría entre los inversores españoles está disfrutando de este viaje alcista, ya que solo un 26% de sus asesores financieros les aconseja apostar por las criptomonedas.

A pesar de la creciente popularidad del bitcoin, la mayoría de los asesores financieros españoles aún se queda “indeciso” a la hora de emitir una recomendación sobre la conveniencia de invertir o no en criptomonedas. Así lo recoge el II Barómetro de la Transformación Digital de la Inversión en España, elaborado por el bróker eToro en colaboración con la Asociación Española de Asesores y Planificadores Financieros (EFPA).

Si bien el interés de estos profesionales por los activos digitales no ha hecho más que engordar en los últimos tiempos, todavía son muy pocos los que se atreven a dar el salto inversor. El estudio señala que siete de cada diez asesores financieros reconocen haberse acercado a las criptos recientemente, un 45% de estos profesionales evita lanzar una recomendación genérica para sus clientes.

Digitalización

El aparente dilema que parecen plantear ambas cifras encuentra su explicación en otras mediciones del informe. En primer lugar, el reciente interés del colectivo está profundamente ligado al hecho de que un 51% de estos profesionales asegura haber recibido más consultas sobre estos activos en medio de la pandemia del Covid-19.

Por otra parte, la ausencia de regulación específica que dé una cobertura clara a la inversión en bitcoins y sus ‘hermanas menores’ está detrás de su generalizada reticencia.

Regulación

La última afirmación es categórica si se tiene en cuenta que un 84% de los asesores financieros españoles la señala como principal razón para no lanzarse a invertir en criptomonedas. Una situación que podría ir cambiando conforme los países van avanzando en la regulación de las criptos y gozan de una mayor seguridad jurídica y unas reglas de juego más claras.

Sin embargo, fuentes del sector aseguran a este portal que mientras las normas están en el horno, como es el caso de la nueva normativa de gravámenes fiscales en España, se dificulta que los profesionales de la asesoría de inversiones puedan tomar una postura definitiva. Y es que un cambio regulatorio puede terminar afectando seriamente a la estrategia de asignación de activos diseñada.

Una moneda referencial del bitcoin en un tablero de ajedrez.

La directora general de eToro en España, Tali Salomon, señala que “cada vez hay más interés por los activos digitales en España”, mientras indica que los criptoactivos son “solo el primer paso en el viaje hacia la tokenización de la inversión”. No obstante, reconoce que son “muy volátiles y de mucho riesgo” a consecuencia de lo primero, lo que también explicaría que un 29% de los asesores nacionales descarten la inversión en estos activos.

Si bien el bitcoin tiene mal encaje en las carteras de inversión más conservadoras, lo cierto es que España es uno de los países que con más entusiasmo está acogiendo las criptomonedas. Así lo refleja el Índice de Confianza Criptográfica de la bitFlyer.

Entusiastas

El copresidente y director de operaciones de la fintech en Europa señalaba en una reciente entrevista con Invertia que un 68% de los inversores españoles considera actualmente que “las criptomonedas seguirán en uso dentro de diez años”. Este porcentaje es uno de los más elevados de la región, al punto de que el país se sitúa como el cuarto más entusiasta del Viejo Continente.

Un creciente interés que tiene mucho de su origen en el vuelco que muchos inversores han dado en todo el mundo a sus carteras hacia activos y estrategias más relacionadas con la digitalización. Los confinamientos y los cambios en la rutina que ha traído el coronavirus han acelerado esta transición.

En este sentido, el barómetro señala que el 85% de asesores financieros españoles ha percibido un mayor interés por parte de sus clientes en compañías cuyos beneficios están fuertemente vinculados a la transformación digital.

Además, el hecho de que este tema se haya convertido en uno de los ejes de los planes de reconstrucción económica que se están implementando en todo el mundo augura continuidad para esta tendencia.

Palanca de rentabilidad

Esta fiebre digital, el progresivo establecimiento de marcos regulatorios claros y estables y la difusión de las criptomonedas como valor refugio y método de pago son los motores que han llevado al bitcoin muy cerca de los 16.500 dólares que ahora ronda su cotización. Un reciente estudio de eToro señalaba que la rentabilidad de una cartera clásica podría haber sido un 50% mayor en los últimos cinco años al asignar únicamente un 3% de su patrimonio a la criptomoneda reina.

Aunque, como reza una máxima de la inversión, rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras, esta parece ser la base que está moviendo a más y más inversores a adentrarse en el universo de las criptomonedas. Si las incertidumbres existentes se van resolviendo, es probable que los asesores financieros también se decanten con más facilidad por estos activos. De lo contrario, es probable que la reticencia actual se mantenga sin cambios.

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