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El cerco fiscal sobre las criptomonedas se vuelve un poco más estrecho. Mientras que Hacienda sigue estableciendo las fórmulas con las que espera ejercer un control más efectivo de estos activos digitales, de momento apunta hacia la compra de estas monedas mediante tarjeta bancaria como un elemento clave para el rastreo de posibles evasores.

Aunque la compra de criptomonedas por sí misma no implica ninguna obligación inmediata con la Agencia Tributaria, la constancia de estas operaciones se convierte para la institución en un claro indicio de que posteriormente se podrían haber celebrado otras transacciones que sí tendrían que cumplir con las arcas públicas. Ya sean de venta o de conversión en otras monedas digitales.

El rastro que deja la adquisición si se emplea una tarjeta bancaria, ya sea de crédito o de débito, hace que los ojos de los inspectores de Hacienda estén especialmente atentos a estas transacciones. Y es que no cuentan solo con su pericia, sino también con la complicidad de las entidades financieras y las plataformas de contratación de criptomonedas, con las que ya han establecido fluidos cauces de comunicación en este sentido.

Hoja de ruta anual

Así se desprende de las medidas que desgrana el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero publicado por la Agencia Tributaria esta semana. En el documento se recoge que este año “se potenciarán, en la misma línea que en ejercicios anteriores, avisos correspondientes a la realización de operaciones con monedas virtuales y criptoactivos”.

Dicho de otro modo, el gabinete de Montero prestará especial atención a los chivatazos que lleguen desde los bancos cuando detectan que sus clientes han transferido dinero de sus cuentas a operadores de activos criptográficos. Y también al revés cuando se haya procedido a reembolsar beneficios.

Aunque la trazabilidad de las transferencias directas también es clara, un directivo de una firma española de criptomonedas explica que con las tarjetas, debido a sus límites de saldo y la existencia de más barreras de seguridad, “la posibilidad de que salten las alertas es mayor” cuando uno se dispone a comprar bitcoins, ethereums, NFT u otros criptoactivos.

Desde Hacienda son conscientes de que “durante el año 2021 se ha incrementado de forma exponencial la inversión en monedas virtuales”, por lo que la hoja de ruta de la institución para este año dedica un apartado entero a estos activos en el capítulo “Control de actividades económicas”. Y es que, en contra de lo que esperaba hace un año, este ejercicio seguirán sin estar listos los nuevos modelos de información de inversión en criptomonedas.

Objetivo 2023

El plan fiscal elaborado por la Agencia Tributaria apunta que, en consecuencia, “previsiblemente, la primera información sobre estos activos virtuales estará disponible en 2023 respecto del ejercicio 2022”. Una circunstancia que obliga a la institución a estar especialmente atenta a cualquier indicio de evasión fiscal en los próximos meses.

Y todavía más si se tiene en cuenta que el TJUE ha echado por tierra el polémico régimen sancionador del Modelo 720. El que se había señalado para estos activos digitales, aunque sin ser del todo aplicable por motivos de forma en el propio formulario de bienes en el extranjero.

Con todo ello, la Agencia Tributaria se propone no solo seguir de cerca estas alertas, sino también la “sistematización y análisis de la información obtenida sobre la correcta tributación de las operaciones realizadas y de los fondos utilizados en la adquisición de monedas virtuales”. Un objetivo para el que prevé potenciar herramientas informáticas que ayuden a esta tarea de control y fortalecer la cooperación internacional para conseguir un mejor acceso a información procedente de otras jurisdicciones.

Si bien aquellos inversores que cumplan sus obligaciones con el fisco al operar con criptomonedas no tienen nada que temer, los que pretendan dar esquinazo a la lupa de Hacienda lo tendrán más difícil en los próximos meses. Por si hay olvidos, la Agencia Tributaria ya está lista para continuar “potenciando los avisos en el documento de datos fiscales del IRPF […] con el fin de impulsar el cumplimiento voluntario”.

Dificultad añadida

En cualquier caso, las particularidades de estos novedosos activos y su funcionamiento (como airdrops, rewards, etc.) hace que en muchos casos sus usuarios no sepan cómo liquidar correctamente su cuenta con las arcas públicas. Algo que en muchas ocasiones se ha denunciado desde la propia industria, debido también a unas reglas de juego todavía poco claras y con muchas lagunas que resolver.

Habrá que ver si finalmente a lo largo de este año se desarrollan los formularios de información previstos por la ley promulgada en julio de 2021. De momento, el registro de plataformas con prestación de servicios cripto desde divisas fiduciarias ya está en marcha en el Banco de España. Una exigencia que prevé reforzar a partes iguales el control y la seguridad jurídica del sector desde el otro lado de la ventanilla a la que ya ha atendido incluso el gigante mundial Binance.

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