El juego de los bancos centrales ya está en marcha. El estadounidense, la Reserva Federal (Fed), ya ha dejado más que claro que bajará los tipos de interés a finales de julio. El europeo, el Banco Central Europeo (BCE), ha manifestado su intención de reducir también los tipos o de retomar las compras netas de activos en el mercado. El caso es que los dos van a descargar nuevas medidas monetarias expansivas o tienen previsto hacerlo. Ahora falta saber cómo lo traduce el mercado en el pulso entre sus respectivas monedas de influencia, el dólar y el euro, porque ninguna de las dos entidades tiene como objetivo oficial y confeso lo que ocurra con sus divisas, pero las dos estarán muy pendientes de lo que pase con ellas.
En estos momentos, y tras el último baile de declaraciones entre Jerome Powell, presidente de la Fed, y Mario Draghi, presidente del BCE, el euro se cambia a 1,126 dólares. Es decir, por debajo de los 1,147 dólares a los que despidió 2018.
¿Y qué espera para los próximos meses? Según los expertos, que el euro se aprecie contra el dólar. En concreto, el consenso de mercado de Thomson Reuters sitúa el cambio en los 1,17 dólares dentro de un año.
Desgranando este consenso, el abanico de previsiones oscila entre los 1,05 y los 1,125 dólares entre los 76 expertos de los que Thomson Reuters recaba datos. El 21% de esos 76 analistas ve al euro a 1,20 dólares o por encima en un año, con uno de ellos, el banco alemán Helaba, llegando hasta los 1,25 dólares. En el extremo opuesto, Spartan Capital considera que dentro de un año el euro se cambiará a 1,05 dólares.
Para saber si al final el cuerpo a cuerpo entre el euro y el dólar se define por uno de estos extremos, lo relevante será comprobar cuál de los dos bancos centrales 'sorprende' más. Como exponen los expertos de Monex Europe, "los mercados ya han descontado ampliamente una postura expansiva de ambos bancos centrales en los próximos meses. La magnitud y sincronización de la relajación monetaria, aún en terreno de dudas, marcará la brújula de las divisas en los próximos días. Con una anticipación tan agresiva de recortes de ambas políticas monetarias, el potencial de sorpresa también es muy elevado".
Y, POR SUPUESTO, TRUMP
Por supuesto, en todo este baile de decisiones monetarias, comportamientos cambiarios y expectativas también pesará lo suyo la sombra cada vez más alargada en los mercados del presidente de EEUU, Donald Trump. Desde prácticamente el comienzo de su mandato, la fortaleza del dólar y las a su juicio nada limpias prácticas de China y la Eurozona con sus divisas han tenido un importante protagonismo en el abanico de críticas de Trump. Hace un año, de hecho, no dudó en asegurar que China y Europa "manipulan" sus monedas para sacar provecho comercial de ello.
Es más, la búsqueda de un dólar más débil, o al menos no tan fuerte, late detrás de sus continuas peticiones de rebajas de los tipos a la Fed. Y ahora, con Powell dispuesto a concederla ese deseo y con la vista puesta ya en las Elecciones Presidenciales de 2020, el dólar difícilmente perderá protagonismo en sus mensajes. Y todo lo que diga también repercutirá en el cuerpo a cuerpo del 'billete verde' con el euro.