El mes de septiembre ha comenzado con una caída en los precios de petróleo de un 14%. Los inversores están preocupados por el estancamiento en la recuperación de la economía mundial, especialmente en el caso de Asia. De tal manera que reaparecen los temores de exceso de oferta. Arabia Saudí, el líder de la OPEP, ya anunció el recorte más profundo desde mayo del precio oficial de venta para el crudo ligero árabe que vende a Asia.
Por el lado de la demanda, China ha estado almacenando agresivamente crudo en los últimos dos meses con importaciones récord de 13 millones de barriles. Ahora, sin embargo, crece la preocupación de que los refinadores independientes chinos reduzcan las compras hasta en un 40% en el plazo entre septiembre y octubre. Si las importaciones chinas disminuyen significativamente, habrá presión sobre los precios del crudo a nivel mundial.
Tercer factor que afecta a los precios de petróleo es la evolución del dólar. El dólar fuerte afecta directamente a los productos básicos denominados en dólares, ya que los hace más caros para los compradores que tienen otras monedas.
Por último, aumentan los casos de coronavirus en el mundo, lo que puede obligar a los países a reimponer las medidas sanitarias, así como la cuarentena, socavando la recuperación económica y reducir aún más la demanda de petróleo y productos petrolíferos.
En este contexto, Fitch prevé que los precios del Brent estén alrededor de 41 dólares por barril en 2020, por encima de su pronóstico de junio de 35 dólares por barril. Junto con ello, revisaron a la baja su pronóstico de precios para 2022 desde 53 dólares hasta 50 por barril. Morgan Stanley también redujo sus pronósticos de precios del petróleo debido al colapso del acuerdo OPEP+.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.