El petróleo Brent alcanzaba los 50 dólares por barril que no visitaba desde el estallido de la pandemia. El crudo de referencia en Europa encaraba este jueves un rumbo alcista con subidas superiores al 4%, después de conocerse los detalles de la ampliación de estímulos anunciada este jueves por el Banco Central Europeo (BCE).
La gasolina que alimentaba el motor de la remontada del petróleo llegaba desde Fráncfort. El hecho de que el BCE haya decidido ya extender ya la duración de algunas de sus herramientas de estímulo hasta el año 2023 genera confianza en cuanto a la solvencia que puede aportar a la todavía frágil recuperación económica de Europa.
El precio del barril de Brent alcanzaba los 51,05 dólares en los cruces más punteros de la sesión de este jueves, de manera que reeditaba la cotización conseguida hace una semana, cuando los inversores celebraban el acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios (OPEP+) para modular su producción mes a mes.
Triple desde mínimos
Aunque la cota de los 50 euros, que no se ven desde marzo, se resistía a primera hora, finalmente era superada y así la remontada alcanzaba un 220% desde los mínimos de la pandemia, del pasado 22 de abril. Entonces, el barril petrolero de referencia en Europa llegó a pagarse a solo 15,98 dólares.
Desde aquello, la progresiva recuperación de la economía que comienza a avistarse en algunos datos macroeconómicos y que, sobre todo, promete la aprobación de las vacunas contra la Covid-19 se ha convertido en el principal motor de estos avances, que se han concentrado en los últimos meses.
El acompañamiento del BCE a la recuperación económica del que da cuenta la amplia variedad de estímulos que se han reforzado apuntala el optimismo generado en el mercado de materias primas en torno al pacto de la OPEP+.
El cártel petrolero y sus socios acordaron a comienzos de este mes que el recorte en los primeros meses del año próximo será de un máximo de 5,8 millones de barriles al día en lugar de los 7,2 millones previstos anteriormente. Esto implica en una aproximación cauta que elevará solo en 500.000 barriles el bombeo de pozos en lugar de en 1,9 millones, como estaba previsto a comienzos de este año, antes de que el coronavirus se convirtiese en una amenaza para la economía global.