Bank of America cree que la normalidad tardará “al menos un mes” en volver al tráfico comercial del mar Rojo
La situación en la zona podría impulsar al alza el coste de los fletes.
Los ataques de milicianos islamistas de Yemen a buques cargueros, como respuesta al conflicto entre Israel y Gaza, han trastocado el tránsito comercial por el mar Rojo. La normalidad, apuntan los expertos de Bank of America, tardará “al menos un mes” en volver, ya que dependerá de cómo evolucione la ofensiva hutí.
“Se necesita que los barcos puedan pasar sin riesgo de ataque”, subrayó el martes en un encuentro con la prensa Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados de Bank of America.
Cabe recordar que tras el inicio de la ofensiva de Israel en Gaza, los hutíes han lanzado varias andanadas de misiles y drones contra el sur de Israel y también contra buques con la bandera del Estado judío o propiedad de empresas israelíes en el mar Rojo y el estrecho de Bab al Mandeb, que conecta dicho mar con el golfo de Adén.
Como consecuencia de estos ataques, desde el pasado viernes, los principales grupos de transporte marítimo -como Maersk o Hapag-Lloyd- han suspendido sus operaciones en el mar Rojo. A ellas se ha sumado BP, que el lunes canceló temporalmente el paso de sus embarcaciones por la zona.
De momento, los ataques se han limitado a contenedores de empresas relacionados con Israel. “Si llegamos a ver un ataque fuerte a infraestructuras energéticas, puede haber un cambio de tono muy importante”, advirtió Blanch. Tanto que podría crear presión alcista en los precios de la energía.
Al menos por ahora, el impacto en los precios del petróleo también parece limitado. Desde el lunes, el Brent, la variante de referencia en Europa, acumula una subida del 3,6% con la que ronda los 80 dólares por barril. El repunte del estadounidense West Texas Intermediate es similar, en su caso hasta los 74 dólares.
Además de en los precios del crudo, la situación de incertidumbre en el mar Rojo -por el que pasa entre un 10% y un 15% del comercio mundial- puede impactar en el mercado de fletes.
Mercado de fletes
Y es que para evitar el peligro que supone usar ese paso, las compañías navieras internacionales están desviando su ruta a través del cabo de Buena Esperanza -en el sur de África-, lo que añade semanas a la entrega de bienes y materiales clave, incluidos el petróleo y el gas.
A consecuencia de esa ampliación de la ruta, las compañías de transporte marítimo verán reducida su capacidad “al quedarse sin una parte de la flota disponible”. Y eso “genera una presión alcista en los precios de los fletes”, apunta el responsable global de materias primas y derivados de Bank of America.
Por ahora, el Baltic Dry Index - un índice que mide el coste de transportar grano en 20 importantes rutas marítimas- no recoge el incremento de la incertidumbre. El indicador ha descendido en las últimas jornadas, después de haberse disparado un 101% en noviembre. Sin embargo, en opinión de Blanch, “no será fácil volver a reorientar los barcos al mar Rojo”.
Los rebeldes chiíes hutíes del Yemen han señalado que continuarán con sus ataques en respuesta a la nueva coalición militar anunciada por Estados Unidos para garantizar la seguridad y la libertad de navegación en esa vía marítima crucial para el comercio internacional.
De Ormuz a Panamá
Según ha señalado el portavoz de los hutíes, Mohamed Abdulsalam, en su cuenta oficial de X, y tal y como recoge Efe, "la coalición formada por Estados Unidos es para proteger a Israel y militarizar el mar sin ninguna justificación, y no impedirá que el Yemen continúe con sus operaciones legítimas en apoyo a Gaza".
Pero la incertidumbre generada en la zona no es la única. Según Blanch, entre los enclaves más relevantes, el más importante de todos ellos es el de Ormuz. Situado entre Irán y Omán, por este estrecho pasa casi el 20% del petróleo y gas natural licuado del mundo”.
El tránsito copó titulares hace algo más de un mes, cuando se insinuó la posibilidad de que Teherán cerrase el paso a consecuencia del conflicto entre Hamás e Israel. “2024 puede ser un año muy complicado geopolíticamente” ha subrayado Blanch.
Pero el comercio mundial en general y el transporte de productos energéticos en particular no sólo se ve amenazado por la situación en Oriente Medio. Al peligro geopolítico se suma el reducido nivel de agua del Canal de Panamá, lo que “también limita el movimiento de productos”, especialmente entre China y Estados Unidos.
Tal es así, que las compañías podrían verse forzadas a tener que usar el estrecho de Magallanes, un paso marítimo localizado en el extremo sur de Chile. Y eso, “también crearía un efecto alcista” en el precio de los fletes, considera Blanch.