La rentabilidad de los bonos soberanos europeos cae con fuerza después de la última vuelta de tuerca del Banco Central Europeo (BCE) a su programa de estímulos. La prima de riesgo española se relaja al entorno de los 97 puntos mientras que los bonos alemanes marcan una rentabilidad mínima del 0,066%. No estaba tan baja desde octubre de 2016, cuando se llegaron a marcar tipos negativos.
Hasta tres factores provocan este movimiento en el mercado secundario de bonos soberanos. En primer lugar, que el BCE ha decidido por unanimidad mantener los tipos en mínimos históricos al menos “hasta finales de este año”. Segundo, que ha diseñado una nueva ronda de financiación para la banca con la puesta en marcha del TLRO III. Tercero, que el drástico recorte de previsiones macroeconómicas que ha anunciado Mario Draghi han provocado el vuelco de muchos inversores hacia activos más conservadores, como es el caso de la renta fija frente a unas bolsas que sucumbían al rojo de las pérdidas.
Los bonos españoles a diez años que arrancaban la jornada de este jueves en el entorno del 1,13% de rentabilidad han aflojado después hasta el 1,046% en las operaciones más altas en precio tras la comparecencia del presidente del BCE en su sede de Fráncfort. En el cierre, un pequeño rebote hacia la zona del 1,06%. El movimiento ha sido parejo en el grueso de los bonos de la Eurozona, pero más significativo aún en los de los países centrales de la región.
El retroceso en la rentabilidad de los bonos alemanes de referencia ha sido del 0,075% de los primeros compases de la sesión hasta mínimos intradía del 0,066% que se han conservado al cierre. Los inversores descuentan que la locomotora de Europa podría aguantar mejor la embestida de las vacas flacas de la economía y, a la vez, seguirse beneficiando del precio oficial del euro en mínimos históricos por, al menos, dos trimestres y medio más.
La prima de riesgo italiana cede por debajo de los 250 puntos básicos, mientras que la de Portugal logra apearse por tres de la cota de los 130 enteros. Grecia, sin embargo, se mantiene al filo de los 370 puntos en plena digestión de la última reunión del BCE.