Los bonos verdes han llegado con fuerza. Y lo han hecho para quedarse. Así lo explica Gonzalo Gómez-Retuerto, director general de renta fija de BME, al vaticinarles “un futuro muy prometedor” a escala global y también para lo que respecta a España. “Hay un compromiso institucional muy fuerte por el fomento y desarrollo de este mercado”, comenta.
El directivo de BME explica que, además de que “nos va el planeta en ello”, la proliferación de emisiones de bonos verdes es un reflejo del creciente interés por las finanzas sostenibles y también del “cambio estructural en los modos de financiación que tienen las empresas”. Así, considera que ya se ha logrado el salto desde un sistema en el que “solo grandísimas empresas podían utilizar los mercados de renta fija para financiarse” hasta otro donde las compañías de tamaño más modesto se van estrenando en estas lides.
Por lo que se refiere al mercado nacional, Gómez-Retuerto considera subraya que “España ocupa la sexta posición a nivel mundial”. Además, si se descuentan las emisiones que hacen los multilaterales, “estaríamos en la quinta posición por encima de países con economías mucho más importantes en cuanto a tamaño”. A este hito han contribuido, desgrana el experto, tanto emisores del sector público como Adif, el ICO, algunas comunidades autónomas y ayuntamientos hasta cotizadas de la talla de BBVA, Iberdrola y Telefónica.