La escasez de rentabilidad y los errores a la hora de medir el perfil de los inversores está provocando un riesgo creciente en los mercados. Miguel Ángel Bernal, profesor y tutor del programa de renta fija de IEB, considera que “la gente habla a menudo de rentabilidades, pero poco de riesgos”. Algo que ha llevado a muchos a abandonar su zona de confort y que resultan en situaciones “como darle dos cuchillos a un mono y dejarle por la calle”.
En este punto se refiere al trasvase de capitales desde productos particularmente conservadores hacia otros de mayor riesgo, por ejemplo, “una persona que hace tres años tenía dinero en depósitos y ahora está en renta variable”. Bernal defiende que “esa persona no sabe las reglas” y no se trata tanto de las posibilidades de perder como de saber “cómo vas a reaccionar cuando tienes riesgo”, de si “ten entrará pánico y ansiedad en cuanto pierdas más de lo que tenías previsto”.
Dentro de este mismo discurso pide especial atención a la renta fija de alto rendimiento o ‘high yield’. Recuerda que estos bonos no solo de mayor rentabilidad, sino que entrañan un “elevado riesgo”. Con este escenario, apunta que el pinchazo de la burbuja de valoraciones podría llegar precisamente si “las empresas empiezan a quebrar y esos bonos empiezan a tener pérdidas”. Entonces, los inversores pondrían tal cantidad de órdenes de venta que se podría generar un sonoro “derrumbe de precios”.