Antonio Gallardo, analista de iAhorro, se muestra convencido de que el dinero de ahorradores y depositantes no corre ningún peligro con el traslado de la sede social de ambas entidades. Para empezar, hay que recordar que de los 1,18 billones de euros que existen en depósitos a nivel nacional, 180.609 millones corresponden a Cataluña (un 15% del total), de los que 5.576 millones se contabilizan de las administraciones públicas y 175.034 de otros residentes entre depósitos a la vista, de ahorro y a plazo.
La prioridad es proteger todo ese dinero. Gallardo explica que con la sede social en territorio español, ¿en el peor de los escenarios, con una masiva fuga de depósitos, los bancos podrían contar con el respaldo de la liquidez del Banco Central Europeo (BCE), y los depositantes con el Fondo de Garantía de Depósito, que asegura los primeros 100.000 euros por cliente y cuenta¿.
El experto explica que no ocurriría lo mismo si las entidades mantuviesen su sede en una Cataluña independiente con una moneda propia. ¿Las autoridades tendrían que devaluarla, también por los problemas de financiación que se encontraría la administración ante la caída de la calificación crediticia de la región. Solo quien tuviera sus depósitos en euros podría recuperarlos¿. La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's ha sido la última en advertir a Cataluña que, si continúa por la senda del proceso independentista, rebajará su nota a B (bono basura). Y así, la región tendría mucho más difícil financiarse a unos costes asumibles.
Esta devaluación de la moneda, en un contexto que califican como de ¿economía ficticia¿, afectaría con mayor intensidad a productos como los préstamos hipotecarios. ¿Se produciría un circuito paralelo de divisas como se ha visto en países como Argentina, donde la moneda local se devalúa, pero lo que sigue funcionando en el día a día es el dólar¿.
¿Podría haber un corralito?
Aunque ya existe cierta preocupación ante la posible retirada de depósitos de las entidades catalanas, los expertos rechazan la posibilidad de un corralito en Cataluña. ¿Las entidades tendrán prevista esta posibilidad y pueden acudir a la ventanilla de emergencia del BCE¿. Sin embargo, advierten que la desconfianza puede ser el mayor riesgo de todos. Y como muestra, el ejemplo de la rápida fuga de depósitos en el Banco Popular en las semanas previas a su intervención. Eso sí. Los expertos consideran que CaixaBank y Sabadell no se pueden comparar a la entidad resuelta por la JUR el pasado mes de junio, al menos en lo que a problemas de activos se refiere.
Para aquellas personas que tengan fondos de inversión o planes de pensiones contratados con Sabadell o CaixaBank, el mensaje de tranquilidad es común entre los expertos. ¿Son los activos más seguros, al estar fuera de los balances del banco¿, explican, recordando que hay muchos productos de inversión de este tipo que ni siquiera están domiciliados en España (las gestoras han preferido registrarlos en países como Luxemburgo, donde es más sencilla su comercialización entre inversores internacionales). Eso sí, los inversores no deben olvidar que los valores en los que inverten estos fondos pueden verse perjudicados por la tensión política, afectando negativamente a la rentabilidad final del producto.