Por Yolanda González
La movilidad en Madrid está cambiando, y no solo por la invasión de bicicletas, motos y patinetes eléctricos, sino porque dentro de poco ya no será posible circular con el coche por el centro de la ciudad.
Madrid Central es la medida con la que el ayuntamiento pretende reducir la contaminación atmosférica de la ciudad ya que la capital de España y Barcelona son las ciudades con índices más altos de contaminación en nuestro país.
Son muchas las críticas que está desatando esta medida. Sin embargo, Madrid no es la primera ciudad que decide restringir la circulación de los coches para tratar de proteger el medioambiente. Otras cinco ciudades ya han aplicado esta opción.
1. LONDRES
En 2003, Londres introdujo la llamada 'tarifa de congestión'. Con el objetivo de hacer el tráfico más fluido y reducir las emisiones de C02, se instauró este peaje que restringe la circulación de los vehículos por el centro de la ciudad.
La tarifa es de 12 libras (14 euros) y se aplica de lunes a viernes, desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Sin embargo, hay excepciones que no deben abonar el peaje. Las bicicletas y motocicletas están exentas y a los residentes de las zonas restringidas se les aplica un 90% de descuento.
Las medidas se van incrementando progresivamente y este año los distritos de Hackney e Islington han prohibido la entrada de coches de gasolina, diésel e híbridos antiguos a sus calles.
2. ROMA
El centro de capital italiana está lleno de zonas de tráfico limitado en las que hay que pagar una cuota anual para poder circular entre determinadas horas. Tan solo está permitido el tráfico de residentes, trabajadores de las áreas restringidas o personas con algún tipo de discapacidad.
Con el objetivo de seguir reduciendo la contaminación de la ciudad, Roma prohibirá la circulación por el centro a todos los coches diésel en 2024.
3. PARÍS
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha apostado por la peatonalización y el transporte limpio para reducir el tráfico y la contaminación de la capital francesa. La ribera del río Sena está libre de coches y nuevas formas de movilidad alternativa, como bicicletas, motos y coches eléctricos y patinetes, han conquistado las calles.
Pese a todos los problemas judiciales y protestas que están teniendo en el ayuntamiento por llevar a cabo estas medidas, Higaldo lo tiene claro: cuantos menos coches, más espacio para los peatones y menos contaminación.
4. OSLO
2025 será el año en el que la capital noruega le cierre el paso a cualquier vehículo que funcione con gasolina o diésel. El país puja por la movilidad limpia y en la actualidad un tercio de los coches que circulan por la ciudad ya son eléctricos.
El cambio en la movilidad está motivado por el Gobierno. Los compradores de vehículos eléctricos cuentan con un 25% de ahorro del IVA y están exentos de pagar el impuesto de matriculación, los peajes e incluso el aparcamiento. Además, apuestan por un sistema de transporte público libre de emisiones y tratan de incentivar el uso de la bicicleta.
5. PONTEVEDRA
Madrid no es la primera ciudad española que trata de reducir el tráfico. Pontevedra lleva dos décadas implantando medidas que fomenten el uso del transporte público, la bicicleta y que animen a los ciudadanos a desplazarse caminando. Para ello, el ayuntamiento eliminó plazas de aparcamiento en el centro y peatonalizó vías de la ciudad. El resultado es que, en la actualidad, el 70% de los desplazamientos por la ciudad se realizan en bicicleta o a pie.