Los emprendedores españoles de éxito están entre los que mayor parte de sus ahorros destinan al capital riesgo y, además, son de los que más se preocupan en que su inversión tenga un impacto positivo sobre la sociedad. Eso sí, dedican menos dinero a sus propias empresas que lo que marca la media mundial de sus colegas.
La rentabilidad es un factor que los emprendedores nunca pierden de vista a la hora de decidir dónde poner su dinero. Así, no es de extrañar que la renta variable sea el primer componente de sus carteras en estos momentos de tipos de interés al 0% y bajas rentabilidades en muchas clases de activos. Y eso que de esta partida se descuenta la inversión en acciones de la propia compañía en el caso de que ya sea cotizada.
Los españoles dan a las bolsas un 21% de su patrimonio, mientras que la media mundial se queda en el 20%. El protagonismo de las acciones cotizadas en el patrimonio de los españoles es aún mayor si se tiene en cuenta que la media global ha alcanzado ahora su mayor porcentaje desde que hace cinco años BNP Paribas estudia a fondo las finanzas de los profesionales que se atreven con el emprendimiento.
La inversión en bonos ocupa el segundo puesto. Y de nuevo los españoles son más proclives a estos activos que lo que marca la media mundial de sus colegas: un 18% frente a un 17% de la cartera. El tercer puesto es para liquidez y activos monetarios, en los cuales los españoles concentran un 15% de su patrimonio. A escala global, el dinero en el bolsillo tan solo representa un 14% de la cartera y no aparece hasta la cuarta posición.
La particularidad más sensible para el emprendedor español está en su apuesta por el capital riesgo, al que dedican un 15% de su cartera frente al 10% en el que se sitúa la media mundial. De hecho, el capital riesgo es la forma de inversión directa preferida por un 72% de los emprendedores de éxito españoles, frente a solo un 19% de los que se han lanzado a modelos más novedosos como el `crowdfunding¿ y la inversión semilla o `business angel¿, según datos aportados por el informe de BNP Paribas.
A pesar del resurgir del sector inmobiliario, los emprendedores españoles solo destinan al ladrillo un 7% de su cartera, mientras que la media mundial se sitúa en el 10%. En lo que empatan con sus compañeros del extranjero es en inversiones semilla y donaciones o filantropía, conceptos a los que en ambos casos destinan un 2% de sus fortunas.
También son iguales, aunque con matices, en inversión socialmente responsable (ISR), a la que dedican un 4% del patrimonio. Esto se debe a que, aunque la cuota de patrimonio es prácticamente idéntica, es muy superior el porcentaje de españoles que apuesta por estas inversiones de impacto: un 32% del total que los sitúa entre las cinco nacionalidades más convencidas a este respecto.
Como en el análisis de la cartera global, el estudio muestra que la rentabilidad tampoco es un factor que se pierda de vista en este caso. A pesar de la idea extendida de que la inversión responsable resta rendimiento a las inversiones, el retorno del dinero es el factor que los españoles más analizan a la hora de elegir un proyecto sobre otro. La reducción del desempleo es el segundo factor, que no aparece hasta la sexta posición a escala global. La reducción de la huella de carbono ocupa el tercer puesto, uno más atrás que en el recuento mundial.
A sus propias compañías, los españoles destinan un 15% de su patrimonio, mientras que la media mundial para esta partida entre los emprendedores con patrimonios de entre 10 y 25 millones de dólares se eleva hasta el 17%.
MÁS TECNOLOGÍA, PERO CON ASESORAMIENTO
Si hay que fiarse del olfato de los emprendedores de éxito, sin dudarlo habría que apostar por tecnología. El sector es señalado por este colectivo en un 53% de los casos como destino de sus próximas inversiones. En un 40% de los casos se apunta hacia medios y telecomunicaciones, un 36% apunta también hacia inversión `verde¿, un 30% hacia bienes de consumo y un 25% de los encuestados apunta a la logística.
En este punto, conviene saber que los analistas de BNP Paribas han encuestado a más de un centenar de emprendedores españoles cuyas empresas de cabecera facturan de media 6,41 millones de euros al año, su media de edad está en 38 años y en ese tiempo han tenido el suficiente como para crear unas 2,9 empresas. Son más ingresos y más actividad emprendedora que lo que marca la media mundial: 6,17 millones y 2,8 compañías.
Para aquellos que tengan a los emprendedores de éxito por autoridades en materia de manejo del patrimonio, si no cuentan con un asesor deberían buscarlo ya. Un 62% de los de origen español cuentan con asesoría para sus inversiones, mientras que solo un 32% lo hace por cuenta propia. En cualquier caso, les gusta llevar las riendas de sus carteras, puesto que solo un 6% de ellos se deja seducir por la gestión discrecional de su patrimonio.