“Invertí en este fondo 34.500 euros y voy perdiendo 2.000… ¿Cancelo o espero?” Preguntaba esta semana un ahorrador en Finect. “Inicié una posición en un fondo con 160.000 euros y pierdo un 3% ¿Retiro o mantengo” inquiría otro. Muchos inversores se plantean estos días cuestiones similares, ante las caídas que acumulan en los últimos meses los fondos donde han puesto sus ahorros.
Se trata en muchos casos de inversores llegados al mundo de la inversión desde los depósitos y las cuentas corrientes, que no estaban acostumbrados a ver subidas y bajadas en sus carteras. Emigrantes forzosos desde destinos más seguros, que se vieron obligados a dejar si querían obtener algo de retorno, ante la política de tipos cero de los bancos centrales.
El problema es que muchos lo han hecho en un mal momento, justo en pico de ciclo y antes de que tanto el mercado de renta fija como la bolsa empezaran a caer. Un contexto que va a provocar que cerca de un 90% de los fondos de inversión españoles termine en negativo n 2018, con datos a cierre de noviembre, unas cifras que quizá hayan ido a más tras el duro diciembre de los mercados mercado.
Las caídas están siendo generalizadas, tanto en fondos de renta fija como de renta variable, pero dentro del panorama generalizado de números rojos, los hay con mayor y con menor intensidad. Si es tu caso y estás pensando en cambiar tu fondo a uno mejor… ¿Qué debes tener en cuenta?
Primero, consultar si el fondo que tienes está entre los mejores de tu entidad y de su categoría o no. Aunque el año haya sido tan negativo, es muy importante comparar peras con peras. Puedes obtener esta información con esta herramienta interactiva que te traemos Invertia y Finect, con solo introducir el nombre del fondo.
Encuentra fondos que hayan sido más rentables que el tuyo:
Segundo, pensar si estás cómodo o no con el riesgo que estás asumiendo. Las acciones y los bonos se mueven, cotizan en los mercados, si no podemos tolerar cierta volatilidad, quizá debemos reducir el riesgo de nuestra cartera. Si estamos dispuesto a hacerlo, debemos tener en cuenta que por el camino tendremos sustos como los de estas últimas semanas. Pero es muy importante tener claro el riesgo que estamos dispuestos a asumir a la hora de tomar la decisión.
Tercero, cuánta volatilidad tiene. Muy importante a la hora de elegir un fondo según nuestro perfil de riesgo. Debemos fijarnos en el nivel de movimientos que ha mostrado a lo largo del tiempo en relación a la rentabilidad obtenida. Lógicamente, entre dos fondos con rentabilidades similares, a priori preferiremos el de menor volatilidad, porque indica que el gestor está consiguiendo obtener más arriesgando menos.
Cuarto, antigüedad y cómo lo ha hecho en los malos momentos. Los grandes inversores institucionales no seleccionan un fondo si no tiene un historial mínimo de 3 años, para contrastar cómo lo hace a lo largo del tiempo. Además, es muy importante tener la referencia del comportamiento del producto que vamos a contratar en momentos difíciles, cuánto cae desde máximos, para saber lo que podemos esperar si la situación se tuerce.
Y quinto, cómo de caro o barato es el fondo donde tienes tu dinero. Ten en cuenta que los costes pueden tener un alto impacto en la rentabilidad, sobre todo si el producto donde tienes tu dinero es conservador. Esta herramienta también te puede ayudar a descubrir cuánto te cuesta tu fondo.
Por último, si estás cambiarte de tu fondo a otro y estás en pérdidas, debes tener en cuenta que te conviene hacer un reembolso de la inversión, y no un traspaso, porque así aflorarás unas minusvalías con las que podrás compensar plusvalías de los próximos 4 años en la declaración de la renta. La rentabilidad fiscal también importa. Y más en estos tiempos.