¿Quieres saber cómo será tu pensión? No te fíes de los simuladores
- BBVA cuenta con la herramienta más completa de la banca para calcular la pensión pública
- El simulador de la Seguridad Social aún registra notables deficiencias de acceso y de estimación
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Las cifras son abrumadoras. El déficit de la Seguridad Social se situó en 2018 en 18.937 millones de euros y el acumulado desde 2011 es de casi 103.000 millones de euros. Y subiendo. Según cálculos de BBVA Research, España necesitará tener 28,5 millones de cotizantes a la Seguridad Social en 2050 para poder pagar las 15 millones de pensiones previstas para esa fecha, lo que supone que en 31 años el sistema tendrá que sumar unos 10 millones de afiliados a los que existen actualmente.
Con este sombrío panorama, conviene que el trabajador conozca una aproximación de la pensión que le quedará en el momento de la jubilación. Solo así entenderá la necesidad de buscar alternativas para completarla e intentar mantener el mismo nivel de vida de su etapa laboral.
Ese era el objetivo de la ‘carta naranja’ que el Gobierno se comprometió a enviar a todos los trabajadores con la estimación de su pensión pública. Pero ante el retraso de la medida, aprobada por ley en 2011, la Seguridad Social lanzó en 2015 un simulador para realizar ese cálculo. Esta calculadora es la que más se acerca al dato real, pues solo la Seguridad Social cuenta con todo el historial de las bases de cotización de los ciudadanos.
Sin embargo, todavía tiene deficiencias notables, sobre todo en términos de acceso y de datos ‘a rellenar’ que se complican más si no se dispone del DNI electrónico o el certificado digital. Además, el cálculo final será muy superior a la pensión real que previsiblemente recibirá el trabajador cuando se jubile, creando una falsa sensación de seguridad que puede desembocar en malas decisiones de ahorro e inversión.
SIN CONTAR CON LA INFLACIÓN
El principal motivo es que, aunque la herramienta ya aplica el IPC a los datos seleccionados, algo que no hacía hasta hace poco, esa inflación es teórica, dando como resultado elevadas cuantías en la estimación de la pensión que no se corresponden con la pérdida de poder adquisitivo que se generará con el paso de los años. Lo mismo ocurre con el tope máximo de pensión, que hasta el año pasado no entraba en el cálculo del simulador, informando solo de la pensión máxima del año en curso, con lo que las cuentas para aquellos que se jubilen dentro de, por ejemplo, 10 años, seguirán siendo muy superiores a la realidad.
Pese a todo, y frente a otros simuladores, el de la Seguridad Social solicita una avalancha de datos que le convierten en la calculadora que más se puede acercar a la realidad. A la edad del empleado, la fecha teórica de la jubilación, los periodos cotizados o las bases de cotización se suman todas las modalidades de jubilación (excepto la parcial). Además, no hace falta introducir de forma manual las bases de cotización, dado que el simulador las incorpora directamente con los datos que constan en las bases de la Seguridad Social.
LA ESTIMACIÓN DE LOS BANCOS
Ante las deficiencias de esta herramienta, bancos y aseguradoras han lanzado en los últimos años sus propias calculadoras de la pensión pública. Echando un vistazo a las de las principales entidades del país, la nueva aplicación de BBVA, BBVA Future Planner, puede ser la que más se acerque a la realidad del trabajador. La aplicación calcula la pensión estimada que un cliente cobraría a día de hoy a partir del salario bruto anual, nómina mensual, edad y tiempo cotizado. Su principal novedad es que también calcula la capacidad de ahorro actual en función de los ingresos y gastos y, a partir de esos datos, plantea varios objetivos de futuro para hacer una recomendación de ahorro (mantener el nivel de vida actual, viajar, o disfrutar de la familia).
Bankinter o Bankia también ofrecen un simulador de la pensión pública en el que la entidad naranja añade el dato de la caída de ingresos estimada en el momento de la jubilación, pero solo solicita los datos de la edad, salario bruto anual y los años trabajados, con lo que la estimación se acercará poco a la realidad.
Esta es la tónica de las herramientas del resto de grandes entidades. En Santander, por ejemplo, limitan el cálculo a cuánto necesita ahorrar al mes un ciudadano para completar los ingresos de la jubilación, a partir de un cuestionario de cinco preguntas (edad, salario bruto anual, años cotizados, aportación mensual prevista a planes de pensiones y saldo acumulado en otros planes).
Algo más completo es el simulador de CaixaBank, que ofrece una versión “avanzada” a través de la banca digital CaixaBankNow. Frente a sus competidores, la entidad incluye en la ecuación datos clave como el régimen profesional, los ingresos mensuales además de los anuales y el número de pagas, además de dejar una ventana para que el trabajador apunte la pensión informada por la Seguridad Social. Aseguradoras como Mapfre también suelen ofrecer calculadoras, añadiendo datos importantes como las posibles cargas financieras (hipoteca, etc) en el apartado de gastos del asalariado.
La limitación de todas estas herramientas provoca que las cifras difieran entre unas y otras y que, además, sean poco realistas. Poniendo el ejemplo de un trabajador de 35 años de edad con un salario bruto de 22.000 euros anuales y 12 años cotizados, el simulador de Bankinter asegura que la pensión de jubilación será de 29.322 euros, mientras que Mapfre la estima en algo más de 32.000 euros. Una evidente “ilusión monetaria” que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) pretende arreglar con nuevos avances en su simulador en las próximas semanas. La carta naranja, de momento, para otra ocasión.