La inversión ‘low cost’ gana fuerza ante unos inversores que cada vez tienen menos excusas para justificar las comisiones que pagan a sus gestores. La industria tiene claro que las pérdidas generalizadas del pasado año no se pueden repetir y muchas empiezan a prestar atención a modelos de negocio que demuestran que el crecimiento en volúmenes puede compensar los menores ingresos por comisiones.
Vanguard es el mejor ejemplo de ello, con una política de rebaja de precios que ha convertido a la firma la segunda mayor gestora a escala global, solo por detrás de BlackRock, con más de 5,1 billones de dólares en activos, de los que unos 440.000 millones están invertidos en su ETF estrella que replica al S&P 500.
Su último movimiento se ha centrado en tres de sus productos más populares entre los inversores. En concreto, la firma ha reducido las comisiones del Vanguard Total Bond Market ETF hasta el 0,035%, convirtiendo a este fondo en el más barato de renta fija del sector. Vanguard también acaba de anunciar que recortará las comisiones del Vanguard S&P 500 ETF hasta el 0,03% para dejar su precio por debajo de los ETFS de BlackRock y de State Street, sus principales competidores, que replican el mismo índice. Por último, también ha rebajado al 0,03% la comisión de su Vanguard Total Stock Market ETF.
LA PRESIÓN DEL PRECIO
El impacto de la gestión ‘low cost’ que la firma del fallecido John Bogle ha liderado durante años ha tenido un efecto notable en el resto de la industria. Especialmente en EEUU, donde la gestión pasiva supone ya más del 41% del dinero invertido en bolsa, según datos del último informe de flujos de Morningstar.
Tal y como se observa en el gráfico de Morningstar, la gestión pasiva ha forzado a este cambio de mentalidad en el conjunto del sector. En concreto, y con datos de EEUU, los fondos de gestión pasiva han reducido sus gastos totales medios (que incluyen la comisión de gestión y depositario, los servicios exteriores y otros gastos de explotación) desde el 0,3% en 2009 hasta el 0,15% actual en el caso de los productos de renta variable. En renta fija, han pasado de superar el 0,2% al 0,12% en el periodo.
Frente a estos duros competidores, los fondos de gestión activa se han visto obligados a un descenso más acelerado en sus comisiones. En concreto, esta industria ha rebajado su gasto total medio desde casi el 1% que rondaban en 2009 al 0,75% actual en renta variable. Los fondos activos de renta fija registran ahora unas comisiones medias del 0,57% frente al 0,8% de 2009.
La guerra de precios está servida y ha llegado a tal punto que algunas firmas han lanzado incluso productos de ‘comisiones cero’. Es el caso de Social Finance (Sofi), que acaba de lanzar dos ETFs que no cargan comisiones durante el primer año, y de la propia Fidelity, firme defensora de la gestión activa y que en 2017 entró en la industria de ETFs con dos productos referenciados a unos índices creados por la propia firma. El año pasado, lanzó dos fondos sin ningún tipo de coste ni obligación de una inversión mínima: el Fidelity ZERO Total Market Index Fund y el Fidelity ZERO International Index Fund (FZLIX).
La misma estrategia acaba de seguir JP Morgan. Según informa Bloomberg, el gigante bancario estadounidense lanzará un nuevo fondo de renta variable por el que apenas cobrará 20 centavos por cada 1.000 dólares invertidos. También prepara un ETF de deuda estadounidense que será todavía más barato, lo que indica que la entidad ha tomado buena nota de la estrategia que BlackRock y, sobre todo Vanguard, llevan años desplegando para ganar cuota en este segmento de mercado.
Según la agencia norteamericana, de los 11 ETFs que JP Morgan lanzó en 2018, ocho cobran una comisión total inferior a los dos dólares. Estos productos lograron suscripciones netas de 10.500 millones de dólares el pasado año, doblando la cifra de activos bajo gestión en fondos cotizados del banco hasta los 23.000 millones de dólares.
Aun así, los partícipes quieren más, ante los gastos que deben soportar sin obtener grandes diferencias en términos de rentabilidad. Si se toma como referencia el ETF sobre el S&P 500 de Vanguard y se compara con otros fondos que invierten en este índice, el abismo en términos de comisiones es abrumador. Por ejemplo, los fondos más populares de bancos españoles que toman como referencia el S&P 500 tienen una comisión de gestión anual que ronda el 2,25% sobre patrimonio, según indican en sus folletos.
Esto supone que para una inversión de 10.000 euros, el partícipe tendría que pagar 225 euros en comisiones de gestión. Una alternativa indexada con el precio de Vanguard reducirían ese gasto a apenas 3 euros al año. Si el partícipe decide mantener este producto en cartera durante, por ejemplo, tres años, pagará 9 euros de comisión con Vanguard, frente a los 675 que pagaría en los fondos que le ofrecerán, casi con toda seguridad, en la sucursal bancaria.