Uno de cada cinco jóvenes españoles considera crear su propio negocio, según un estudio sobre emprendimiento de la escuela de negocio OBS. Las razones para aventurarse a hacerlo distan mucho y aunque todo aquel que se propone convertir un proyecto personal en una empresa lo hace con el objetivo de conseguir el éxito profesional, no todos parten de la misma situación. De hecho, OBS ha clasificado los diferentes tipos de emprendedor que existen en función de su punto de partida, su motivación para emprender o su experiencia profesional.
BÚSQUEDA DE LA INNOVACIÓN
Innovadores: son aquellos que crean negocios ofreciendo a los consumidores bienes y servicios que antes no existían. También reciben esta etiqueta los que desarrollan nuevos métodos de producción e incluso descubren nuevos mercados. Suelen tener una situación privilegiada a la hora de acceder a las últimas tecnologías y a la financiación necesaria.
Imitadores: se preocupan más por adaptar las innovaciones que han tenido éxito que por descubrirlas ellos mismos.
Fabianos: no están muy abiertos a los cambios y solo los adoptan cuando la empresa se ve seriamente perjudicada por no haberse sumado a las novedades del mercado.
Zánganos: no les interesa la innovación ni quieren cambios en su negocio. Se resisten a adaptarse incluso aunque mantener su modelo suponga obtener menos beneficios que su competencia.
ORIGEN DE LA MOTIVACIÓN
Primera generación: la primera generación de un negocio familiar está fuertemente liderada por el fundador. Suele conocerse como el propietario controlador que, como el propio nombre indica, es quien ostenta la propiedad y toma todas las decisiones empresariales.
Emprendedores familiares: el proyecto de un negocio nace primordialmente como un emprendimiento individual de gran intensidad, al que luego se incorporarán otros miembros de la familia. Esta categoría incluye a los que heredan un negocio familiar y deciden expandirlo.
Realización personal: se trata de aquellos emprendedores que ven la oportunidad de desarrollar una capacidad o afición personal fundando una empresa. También puede tratarse de personas que buscan independencia y autonomía laboral.
Los descontentos: trabajadores que no se sienten a gusto o realizados en las empresas para que las que trabajan y consideran que el emprendimiento es la forma de tomar otro camino.
Por necesidad: gente sin empleo para la que montarse su propia empresa es su última alternativa.
EXPERIENCIA PREVIA
Los principiantes: los que no han tenido ninguna experiencia previa empresarial.
Los habituales o veteranos: quienes tienen la experiencia de haber iniciado al menos dos negocios de emprendimiento, ya sean consecutivos en el tiempo o simultáneamente.