Nuestros ahorros tienen dos enemigos: la inflación y los bajos tipos de interés. De hecho, llevamos unos años con los tipos en mínimo y sin previsión de subirlos. Sin duda, una situación que repercute, de forma directa, en la rentabilidad de nuestro capital.
Y, paradójicamente, el volumen de depósitos bancarios no para de crecer. Las últimas cifras publicadas por el Banco de España, que recogen los datos del pasado mes de junio, confirman la tendencia conservadora de los españoles a la hora de elegir productos en los que depositar sus ahorros. Actualmente, el ahorro en depósitos bancarios de las familias españolas se sitúa en los 843.200 millones, 20.500 millones por encima del mes anterior.
No obstante, también hay un número de ahorradores que quieren mejorar su estrategia y destinar el capital que han ido ahorrando a productos que le proporcionen cierta rentabilidad.
Pongamos un caso práctico. Un ahorrador que se plantee la siguiente cuestión: “Actualmente tengo unos gastos muy reducidos con respecto a mi salario, lo que me permite además de aportar 200 euros mensualmente a un plan de pensiones, ahorrar entre 500 y 900 euros adicionales cada mes. ¿Que me convendría para sacar el máximo provecho a mis ahorros?”.
El paso previo
El primer paso que hay que dar para empezar a invertir es conocerse a uno mismo. Debes responder a preguntas como: ¿Cuál es mi capacidad de ahorro para invertir? ¿Cuáles son mis conocimientos financieros? ¿Qué riesgo estoy dispuesto a asumir si veo caer mi inversión? En definitiva, saber cuál es tu perfil de riesgo.
Cuentas remuneradas
Se trata de un producto para perfiles más conservadores, ya que es similar a la cuenta nómina que nos ofrece la mayoría de bancos. Sin embargo, la gran diferencia es que genera un pequeño rendimiento y palía el efecto de la inflación, pese a la situación actual de tipos interés tan bajos que estamos viviendo.
En la actualidad, aunque no existen numerosas ofertas, es posible encontrar algunos bancos que ofrecen rentabilidades de hasta el 5% TAE para los primeros 5.000 euros. Eso sí, conviene saber que la mayoría de estos productos suelen ser ofertados a nuevos clientes y exigen algunas vinculaciones para poder beneficiarse de la remuneración.
Seguros de vida ahorro
Los seguros de ahorro se presentan como una opción para aquellos ahorradores que están dispuestos a asumir un mínimo de riesgo. Las aseguradoras ofrecen estos productos que, a través de aportaciones periódicas, permiten obtener un capital garantizado más la rentabilidad obtenida. El gran atractivo es que la rentabilidad suele ser superior a la que ofrecen, en este momento, los depósitos bancarios.
PIAs
Si lo que queremos es un producto que apenas implique riesgo podremos contratar un PIAs en su versión garantizada. ¿Qué quiere decir? Este producto nos garantiza el dinero, además de numerosas ventajas fiscales a la hora de rescatarlo. Asimismo, otra de sus ventajas es que el dinero está disponible desde el momento de su contratación o a partir del primer año. Eso sí, habrá que tener en cuenta que la rentabilidad obtenida sea superior a las comisiones para que se trate de un producto rentable para el bolsillo.
Fondos indexados
Ya se lo dijo Warren Buffett, uno de los mejores inversores del mundo, a su mujer: “Cuando yo ya no esté, invierte el 10% del efectivo que heredes en deuda de corta duración y el otro 90% en un ETF que replique el S&P 500”.
La inversión pasiva, o indexada, consiste en invertir en índices en lugar de buscar las mejores oportunidades del mercado y hacer selección. El punto de vista de Buffett es que estos productos, al cobrar unas comisiones más bajas, son más adecuados para los inversores no profesionales porque estos no deberían centrarse tanto en la selección de valores ganadores sino en replicar el comportamiento de un índice y dedicar su tiempo libre a otras actividades.
Fondos de inversión de gestión activa
Existen fondos para perfiles conservadores (monetarios o garantizados) y otros más arriesgados (fondos de renta variable). Cuando destinamos el capital a un producto de inversión colectiva, como es el caso de los fondos de inversión, estamos diversificando la inversión. Además, este tipo de vehículos están gestionados por un equipo profesional de gestores, acceso a diferentes sectores, países, tipos de activos, entre otros. Otro punto a favor es que, al estar fuera del balance de las compañías, si quiebran los fondos el capital está asegurado; se recupera el dinero y se vuelve a distribuir.
Lo que sí hay que tener en cuenta es que los fondos de inversión no son un producto para el corto plazo, sino para obtener una rentabilidad mayor que la cuenta remunerada a un medio y largo plazo.