El auge de la gestión pasiva se ha acelerado con las incertidumbres que reinan en los mercados y los bajos rendimientos que rodean los activos más conservadores. Un contexto en el que Adrià Beso, responsable de ventas en España de Wisdom Tree, considera que “el inversor español va a pedir cada vez más gestión pasiva y ETF”.
El experto considera que actualmente “la gestión pasiva está en un momento de desarrollo y de crecimiento en España” que aún le otorga un gran recorrido. Esto, explica Besos, es más evidente si se compara la situación con “otros mercados europeos y especialmente con EEUU”, donde estas estrategias tienen una mayor importancia en el diseño de las carteras y en los volúmenes de activos bajo gestión del conjunto de los mercados. Unas premisas que le llevan a señalar que “el crecimiento no va a parar en los próximos años”.
Más allá de unas comisiones más bajas que la gestión activa, el representante de Wisdom Tree apunta que también hay otros factores que han favorecido el creciente apetito por las herramientas de gestión pasiva. Los costes más bajos “no son toda la historia”, señala al apuntar también hacia una mayor transparencia y las facilidades que los ETF aportan para entrar y salir de diferentes mercados.
Ante un eventual vuelco de carteras hacia activos de carácter refugio, Besos apunta que la gestión pasiva puede aportar “una forma mucho más eficiente de estar en activos como el dólar y el oro físico”. No obstante, reconoce que si se produce un retroceso generalizado de los mercados, la retirada de inversores y dinero afectará también a los productos de gestión pasiva.