El dinero es uno de esos temas malditos que se aconseja evitar en las reuniones sociales para evitar disputas. Sin embargo, es raro que algún familiar o conocido no aproveche las comidas y cenas de Navidad para presumir en estos días del buen tino que tiene invirtiendo. ¿Se fían los españoles de las recomendaciones de su cuñado sabiondo o prefieren buscar el consejo de un experto acreditado?
Un reciente estudio elaborado por la plataforma de inversión eToro señala que los españoles siguen cada vez más las sugerencias de asesores cualificados a la hora de decidir dónde colocar sus ahorros. No obstante, aún no son ni un tercio (31,6%) los españoles que se decantan por esta opción. De hecho, no son ni dos puntos mas que aquellos (30%) que se siguen fiando del banco con el que habitual manejan su dinero.
Los familiares, entre los que bien podría estar ese primo lejano que siempre presume del pelotazo que dio con su piso en Torrevieja, son guía en materia de inversión para un 14,4% de los españoles. Un porcentaje que se queda a una distancia más que significativa de los dos anteriores pero que también marca una sólida ventaja con los siguientes del ranking: otros inversores con un perfil similar (9,2%) y amigos (6,5%).
El estudio destaca que solo un 2% de los inversores españoles asegura elegir sus inversiones basándose principalemente en criterios propios. Mientras que un 1,2% asegura fiarse de la información aparecida en medios de comunicación para tomar sus decisiones de inversión. Más del doble, un 4,8%, reconoce que elige la distribución de su cartera o parte de ella guiado por información compartida en foros, comunidades online y redes sociales.
ELLOS, MÁS INDEPENDIENTES QUE ELLAS
Si se divide por sexos, los hombres se dejan guiar por asesores financieros cualificados en un 35,2% de los casos, mientras que solo un 26,6% de ellas elige esta opción. El estudio de eToro apunta que las mujeres son más proclives a fiarse de sus familiares en materia de inversión que los hombres: un 34,1% frente a un 27,1%. Además, un 2,9% de ellos afirma guiarse por sus propios conocimientos o intuiciones, mientras que solo lo ve así un 0,7% de ellas.
Por lo que se refiere a la confianza en amigos, ambos sexos se sitúan bastante a la par. Un 6,3% de los inversores españoles señala que se fía de ellos para elegir sus posiciones en cartera. Sus compatriotas femeninas hacen lo mismo en un 6,3% de las veces.
Los inversores andaluces son los que menos confían en sus amigos, mientras que los catalanes son los que más recurren a asesores profesionales
En cuanto a regiones, los inversores vascos son los que más se fían de sus colegas de cuadrilla. Así lo señalan en un 10,9% de los casos. En el extremo opuesto, y no solo geográficamente hablando, los andaluces, pues solo se fían de sus compadres en un 2,8% de las ocasiones cuando de inversión se trata.
No pasa lo mismo con los familiares. Los residentes en la región sureña son los que más autoridad confieren a sus cosanguíneos. En un 17,1% de las veces. Por lo contrario, los valencianos son los más reticentes a elaborar su plan de inversión con base en lo que hacen otros miembros de su familia, pues solo un 11,7% de ellos sigue esta pauta.
Por su parte, los catalanes son los que más contratan los servicios de un asesor financiero profesional. Lo hacen un 34,3% de los que tienen inversiones en la región mediterránea. Sus vecinos por el sur, los valencianos, son los que menos recurren a estos expertos, pues solo un 23,7% sigue esta metodología. En su lugar, son mayoría (31,9%) los que en esta comunidad autónoma se fían de lo que les va aconsejando su banco de referencia.
LOS BANCOS, REFERENCIA PARA LOS MÁS MAYORES
En cuanto a las edades también hay diferencias. Mientras que los jóvenes entre 25 y 34 años confían más en las recomendaciones de un miembro de su familia para elegir dónde invertir (24,6%), los que tienen entre 35 y 44 años son los que más recurren a los servicios de un asesor profesional (36%). Entre los 45 y los 54 años los pesos están muy equilibrados entre los que eligen esta opción (31,5%) y los que se fían de su banco de cabecera (30,5%).
Esta última se convierte en la pauta preferente para los mayores de 55 años, que se fían de su entidad financiera habitual en un 33,1% de los casos para definir sus posiciones. Estos son, sin embargo, los que más confían en sus propios criterios para elegir dónde poner el dinero, aunque tan solo con un ligero 5,7%.