Los inversores están cambiando de rumbo. El propio mercado no deja de dar señales y, mientras que hay sectores que empiezan a mostrar síntomas de cierto agotamiento, hay otros que parecen deslumbrar por encima de los demás. Estas sensaciones se están dejando notar especialmente en el mercado inmobiliario.
Los precios de la vivienda de segunda mano han bajado por primera vez en cuatro años, según los últimos datos de Fotocasa. Esta realidad está afectando, por ejemplo, a la rentabilidad del alquiler, en la que, aunque sigue en unos niveles estables si se compara con los años de la burbuja, la caída ya se deja notar. En apenas dos años, la rentabilidad bruta del alquiler de vivienda ha pasado de situarse en el 4,2% hasta bajar al 3,8% en el último trimestre del año pasado, según el Banco de España.
Los inversores son conscientes de esta tendencia y por ello están siendo especialmente cautelosos al elegir los activos en los que invierten. El ciclo del sector inmobiliario lleva ya más de un lustro en auge -en algunos casos, hasta una década- y muchas ciudades europeas han alcanzado ya precios récord en la vivienda.
Por este motivo, la inversión tradicional en el mercado inmobiliario está pasando a un segundo plano. Según el último informe sobre 'Tendencias del Mercado Inmobiliario en Europa 2020' elaborado por PwC y el Urban Land Institute (ULI), los inversores empiezan a buscar retornos en sectores alternativos dentro del mercado residencial. En esta decisión también están desempeñando un papel importante los riesgos regulatorios, ya que los precios de los alquileres se están revisando con lupa. De hecho, en muchas ciudades europeas como Berlín, Barcelona o Londres están proliferando iniciativas de los gobiernos locales para intentar regular los precios.
Entre los sectores en los que rascar rentabilidad dentro del mercado residencial destacan el logístico, las residencias de la tercera edad, las viviendas compartidas o las residencias de estudiantes, entre otros.
Dentro del ranking elaborado por PwC y ULI, el sector logístico se sitúa en primera posición. A este protagonismo está contribuyendo el incremento de las ventas online, ya que cada vez más los comerciantes necesitan más espacios en los que guardar los productos que comercializan.
En segundo lugar, se sitúan las residencias de mayores. El auge de este sector viene motivado por el aumento de la esperanza de vida y la casi inexistente oferta pública. Todo ello ha llevado tanto a fondos de inversión como a grandes patrimonios a invertir en este tipo de activos. Una de las operaciones más recientes fue, por ejemplo, la que llevó a cabo el pasado verano Amancio Ortega, que donó a la Xunta de Galicia 90 millones de euros para construir siete residencias.
Además de estas, las residencias de estudiantes son otra de las opciones preferidas por los inversores y se sitúan en el quinto puesto del ranking con mejores perspectivas para 2020. Destacan especialmente los mercados de Alemania, España, Francia y Países Bajos. Aunque es cierto que en el estudio se pone de relevancia que en estos países hay menos estudiantes internacionales que alquilan habitaciones a precios tan altos como en Reino Unido y, además, los estudiantes europeos son menos dados a vivir fuera de sus casas que lo británicos, lo cierto es que ciudades como Berlín, Amsterdam, Madrid y Barcelona atraen cada vez más a inversores y estudiantes.
Además, en el ranking de sectores alternativos con mejor rentabilidad también se encuentran por ejemplo los centros de datos, centros de coworking u oficinas flexibles, trasteros en grandes ciudades o parques tecnológicos.
No obstante, también hay algunos sectores cuyas perspectivas no son tan positivas. Uno de ellos es el de los de los centros comerciales, tanto los que se encuentran dentro de las ciudades como los que están en las afueras. En los últimos años se han construido nuevos espacios que llegan ahora al mercado, intensificando la competencia entre inquilinos y compradores. Por este motivo, los precios están cayendo y la oferta de centros comerciales disponibles para el inversor es cada vez mayor, lo que los hace poco atractivos en términos de rentabilidad.