La planificación financiera es una herramienta al acceso de todos que puede salvar de muchos sustos a final de mes. Sin embargo, muy pocos recurren a ella o lo hacen con aproximaciones equivocadas. José Antonio Pérez, responsable de formación de Instituto BME, da las claves para un correcto enfoque.

Pérez considera que “la clave en la planificación financiera en esta época más que en cualquier otra es considerar la posible ausencia de ingresos”. En este sentido, señala que lo común es centrarse en la parte de los gastos, pero que conviene tener en cuenta la posibilidad de situaciones como un ERTE, un ERE o el impago del alquiler de una vivienda arrendada.

“Son temas que afectan frontalmente a la planificación financiera”, explica el responsable de Instituto BME. Y, además, explica que el de “no considerar flujos futuros de ingresos o ausencia de flujos futuros de ingresos” es uno de los errores más comunes a la hora de planificar las finanzas personales.

El experto describe la planificación financiera como “el plan genérico, metódico y organizado que tiene el fin de adecuar ingresos y gastos con un objetivo y horizonte temporal más o menos largo”. De ahí que el verano, que suele ir asociado a un mayor tiempo de ocio, se traduzca habitualmente en mayores gastos y un momento clave para poner en práctica una buena planificación.

Los consejos de Pérez pasan también por evitar “una excesiva complacencia” si los números cuadran. Su consejo es que “hay que ser cauteloso” para no caer en riesgos que podrían llegar a ser, “hasta cierto punto, peligrosos”.