La fusión de Bankia y CaixaBank ha dejado en el aire las nuevas comisiones que aplicará la nueva entidad a los clientes. Las comisiones bancarias son uno de los cobros que efectúa el banco por determinadas operaciones que ejecuta el cliente.
Algunas entidades optaron por no cobrar al sacar efectivo en cualquier cajero durante las semanas del confinamiento. Sin embargo, la nueva normalidad ha recuperado esta tradición y las comisiones son una constante en cualquier entidad no solo para la extracción de dinero, sino también para algunas transferencias, contratos, documentos, etc.
En algunos casos no adoptar medidas para ahorrar en estas cantidades que pueden llegar a suponer 240 euros al año. A partir del 1 de octubre los clientes de CaixaBank se encontrarán en esta situación si no se encuentran lo suficientemente vinculados con la entidad.
Las comisiones de mantenimiento
También es habitual el cobro de comisiones por el mantenimiento de cuentas. Es decir, por el mero hecho de tener una cuenta abierta en la entidad. Se factura en concepto de mantenimiento y gestión de la misma, pero es posible evitarla si se atiende a las características recogidas en el contrato.
Se trata de un cargo que responde a una serie de servicios que la entidad ofrece a los clientes de acuerdo con cinco disposiciones recogidas por el Banco de España. Estas son la custodia de los fondos ingresados, el mantenimiento asociado a la cuenta, los derechos del cliente para operar con su dinero a través de la cuenta, la expedición de documentos asociados y el servicio de caja.
Desde el portal HelpMyCash recuerdan que muchos bancos no cobran este tipo de recargos a aquellos clientes que tienen una nómina domiciliada en la cuenta pertinente. De la misma manera, los bancos online no suelen cobrar este tipo de comisiones, ni siquiera a los clientes que no ingresan su cuenta en esa entidad.
Es una cantidad fija que se puede cobrar de manera mensual, trimestral o semestral. Aunque la cuantía varía con la entidad, oscila entre los 36 y 60 euros de media, llegando a los 240 en el caso de bancos como CaixaBank, señala el comparador HelpMyCash.
Más vinculación, menos comisiones
Reducir en este tipo de cargos a menudo pasa por avanzar en una mayor vinculación con el banco, contratar más productos con la entidad u optar únicamente por aquellos que, de entrada, no incurren en comisiones.
Al margen esta primera decisión a la hora de contratar más o menos. Antes incluso de firmar el contrato con la entidad es imprescindible leer con detenimiento las condiciones del acuerdo. Esto permitirá al cliente valorar si el uso que se le va a dar al nuevo producto es proporcional con el nivel de comisiones que se van a cargar y de qué manera estos se podrían reducir.
Algunos contratos estipulan, por ejemplo, una cantidad mínima a partir de la cual no se aplican recargos, o dejan de cobrarlas a partir de un número determinado de transacciones. Es importante tener en cuneta este tipo de medidas también para comprarlas con las características que ofrecen otros productos del mismo banco.