A la ya de por sí complicada cuesta de septiembre, hay un elemento que puede hacerla más empinada todavía: las comisiones bancarias. Se trata del dinero que te cobran los bancos por prestarte sus servicios. Y pueden hacerlo por tener una cuenta corriente, por entregarte una tarjeta de crédito, o por hacer una transferencia, por ejemplo. Forma parte de su estrategia para reducir sus gastos operativos.
Cada banco es libre de establecer los precios que quiera por estas comisiones, aunque hay excepciones. Por ejemplo, aquellas relacionadas con la amortización anticipada de un préstamo o una hipoteca. También conviene tener en cuenta que el Banco de España no puede limitar el importe de dichas comisiones. Y, muy importante, los bancos sólo pueden cobrarte por servicios que te prestan, no por aquellos otros que no hayas aceptado o solicitado.
Hechas estas salvedades, conviene recordar que no todos los bancos cobran comisiones. Como también que unos son más caros que otros. Asimismo, la mayoría de las comisiones se pueden evitar si se cumplen una serie de requisitos de la cuenta, o si se opera de forma online.
¿Cuánto puede cobrar el banco por comisiones?
Como ya se ha dicho, cada banco es libre de establecer los precios que quiera por este concepto. En la actualidad, y por mantener una cuenta corriente, se pueden llegar a pagar hasta 240 euros al año. Alrededor de 0,65 euros por cada operación de administración, un 4% por una transferencia, entre 36 y 43 euros anuales por el uso dela tarjeta de crédito y débito...
Durante este mes de septiembre, por ejemplo, los clientes que tengan la Cuenta Sabadell, y no cumplan los requisitos de vinculación, tendrán que pagar una comisión de hasta 60 euros el día 24. Es un dato proporcionado por HelpMyCash. El banco cobra la cuota trimestralmente. A los clientes de la Cuenta Online Sabadell no les afecta, porque es gratis.
Otro caso: quienes tengan contrata la Cuenta Nómina Va Contigo de BBVA, y no cumplan todos los requisitos, el 15 de septiembre tendrán que pagar 40 euros. Su Cuenta Online sin Comisiones, en cambio, no tiene gastos.
Una situación similar ocurrirá con los titulares de la Cuenta Santander, que pagarán hasta 20 euros este mes y los siguientes. “Para escaparse de pagar comisiones, hace falta domiciliar una nómina de 600 euros o una pensión de 300 y pagar al menos tres recibos domiciliados o usar al menos seis veces una tarjeta cada trimestre, entre otras opciones”, indican los expertos del comparador financiero.
¿Cómo evitar pagar comisiones?
Los más viejos del lugar, como podría decirse, recuerdan con añoranza cuando los bancos no cobraban nada por tener abierta una cuenta corriente. Si embargo, y sobre todo a partir de los últimos cuatro años, las comisiones han vivido su particular boom, a la par que se han impuesto requisitos más rigurosos para evitar cargos adicionales.
Por tanto, una forma de evitar estas comisiones es cumplir con dichos requisitos. “Pueden incluir mantener un saldo mínimo en la cuenta, realizar un número mínimo de transacciones mensuales o domiciliar tus ingresos en la entidad. Infórmate sobre las condiciones de exención de comisiones de tu banco y asegúrate de cumplirlas para evitar cargos innecesarios”, explican desde HelpMyCash.
Otro paso es seleccionar una cuenta bancaria que no aplique dichas comisiones. Incluso las hay que no requieren la domiciliación del salario, uno de los requisitos estrella. Algunos ejemplos son la Cuenta Online Sabadell, la Cuenta NoCuenta de ING, o la Cuenta Online del Santander. Las tres sólo son para nuevos clientes.
Otra fórmula para reducir o eliminar las comisiones de mantenimiento es usar la banca electrónica. Porque muchas entidades financieras ofrecen condiciones preferenciales o exenciones de comisiones a aquellos clientes que operen a través de canales electrónicos: banca en línea o app. De esta manera, se eliminan las comisiones asociadas a las operaciones en sucursales físicas.
“Cuando lo único que te amarra a un banco es una cuenta, y además una que te cuesta dinero, lo mejor es cambiar. Hacerlo es sencillo. Se abre una online en un nuevo banco y luego se cambia la domiciliación de la nómina y de los recibos, se transfiere el saldo y, por último, se cierra la cuenta que ya no se vaya a usar”, concluyen desde HelpMyCash.