"Así es la moneda de peseta que puede hacerte rico". "Aprende a identificar las monedas de dos euros que podrían valer una pequeña fortuna". "La moneda de 5 pesetas por la que puedes cobrar 40.000 euros según un numismático". Son titulares, todos ellos reales, que podemos encontrar cada vez más a menudo en los medios de comunicación de un tiempo a esta parte.
Existen monedas caras, sí, pero también otras que no valen nada, o al menos no más que el peso del metal del que están hechas. ¿Existen monedas de Franco muy valiosas? Sí. ¿Y de 5 pesetas? Sí. ¿Y de euro? También. El matiz está en que son tan raras y escasas que encontrarlas en un cajón, en la hucha de lata del abuelo o entre los cojines del sofá es menos probable que el hecho de que te toque la lotería… tres veces seguidas. Sin comprar décimo. Encontrando el boleto tirado en una acera… de una ciudad recóndita del Turkmenistán.
¿Entonces? ¿Esos titulares son una estafa? No, no lo son (analizar la información que aparece en su interior ya sería harina de otro costal). Buscan atraer audiencia, pero incluso estos artículos, en ocasiones, pueden dar paso a información veraz, fidedigna, curiosa y de interés. Lo cual no significa que todos seamos ricos sin saberlo. Y, por eso, hay que estar informado.
- Empecemos por lo básico. ¿Qué es una moneda? Desde el punto de vista de un numismático, claro. ¿Por qué despiertan esa fascinación en la gente?
- La moneda es un objeto de uso cotidiano que ha cambiado poco. Sin embargo, es testigo de la Historia y producto de su tiempo. Tocar una moneda antigua es lo más parecido a viajar en el tiempo, a la época en la que ese objeto estaba en manos de otras personas que la usaron para comprar hace muchos siglos. La fascinación proviene de la carga de información que la moneda contiene.
- Y, si vamos a lo importante… ¿cuánto vale una moneda de Franco? Tengo unas pocas por casa, como el 90% de la población de este país, y me gustaría aprovechar para saber si me puedo pagar unas buenas vacaciones con ellas.
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Podría ser, aunque es muy difícil. Esas monedas para que tengan valor tienen que ser escasas (un número muy bajo de unidades producidas o conservadas a la fecha), es necesario que se encuentren en un magnífico estado de conservación y, lo que es más importante, debes reconocerlas, encontrarlas entre un montón e identificarlas.
Por lo general, son muy contadas las monedas de Franco que sean valiosas. Tanto que incluso los coleccionistas especializados en esa serie son capaces de saber cuántas hay de un tipo y fecha, donde se vendieron y cuantas veces han salido al mercado. En resumen, es casi imposible que esas monedas las tenga el abuelo en un cajón de la casa guardadas y en perfecto estado.
- Las tiendas numismáticas de nuestro país deben estar encantadas con la cantidad de gente que entra con unas cuantas monedas del rey Juan Carlos en la mano gracias a estos artículos en los que hablan de ellas, ¿no? (Nótese la ironía).
- Nunca habían tenido tanta afluencia de público como desde hace unos años, precisamente por esos titulares. ¿Por qué se ha propagado como la espuma ese “mito”? Sencillamente porque el sueño de todos es descubrir que tienes un tesoro muy valioso en tu poder. Los más valientes cogen esas monedas y se acercan sin pudor a la tienda de numismática a la que nunca antes ni habían prestado atención. Saben que ellos les pueden sacar de dudas, poco después salen con decepción ante la respuesta del experto.
- ¿Hay que protegerlos? A los numismáticos, me refiero. No ya de quien entra con su chatarrilla en la mano en su tienda, si no en un aspecto más general, de supervivencia. ¿Existen retos que afrontar en el mundo numismático? ¿Por eso surge Nummus?
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Nummus nace en 2024 para atender a las necesidades actuales de su colectivo. Somos una asociación y, como tal, nuestro principal objetivo es representar al coleccionista numismático. Sin embargo, hay un problema que afecta de forma general al coleccionismo de antigüedades: considerar que es el Estado el único con legitimidad para poseer bienes culturales. Hay una devaluación del coleccionista, cuando la realidad es que el origen de los conceptos de patrimonio y de museo están en el coleccionismo privado desde la Antigüedad, como primer agente protector de los bienes culturales, incluso como mecenas.
Partiendo de eso, el coleccionista es tan garante como el Estado, o más incluso, de la tutela y puesta en valor de ese patrimonio. Estos bienes conservan sus valores patrimoniales, independientemente de que esté en manos privadas o públicas. No se trata tanto de un exceso de celo por parte del Estado como de una falta de confianza en el coleccionismo privado, que en el 95% de los casos no responde a la realidad. El coleccionista numismático, es un gran conocedor de la materia que colecciona, la salvaguarda e investiga con más mimo que las colecciones públicas.
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Por eso uno de los objetivos de Nummus es la puesta en valor del coleccionismo como garante de la tutela del patrimonio numismático en la misma posición que lo es el Estado. No es nada nuevo, simplemente queremos enfatizar los derechos de la propiedad privada sin menoscabo de la protección del patrimonio cultural, como hasta ahora lo ha sido (ya sea ese propietario la Iglesia, un rey o un ciudadano, tres ejemplos de propiedad privada).
Desgraciadamente en los últimos años se ha abierto una brecha y se está materializando en un rechazo hacia nuestra actividad investigadora, a pesar de que paradójicamente su origen arranca del coleccionismo (y ahí está la tratadística, las fuentes historiográficas y las publicaciones para demostrarlo).
Tenemos que lamentar las desavenencias que se han producido recientemente a cuenta de un congreso de numismática por el rechazo que algunas instituciones museísticas han manifestado contra la participación en éste del coleccionismo privado. En el ánimo de Nummus está tender puentes de comunicación entre ambos sectores dado que la verdadera víctima de la situación es, sin lugar a dudas, la Numismática.
- Esta situación afectará a los coleccionistas. ¿Existen muchos en nuestro país? ¿Qué retos enfrentan y qué les ofrece Nummus?
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Existen más coleccionistas de los que creemos, lo que ocurre es que no nos conocemos, no estamos conectados. Esta es una de las motivaciones que nos llevaron a crear la asociación. Queremos colaborar para conocernos, ponernos en contacto.
Haremos hincapié en las actividades online que favorecen el intercambio de conocimientos y experiencias entre nosotros. También queremos establecer nexos de colaboración con instituciones culturales para favorecer la investigación numismática entre coleccionistas y académicos, enriqueciéndonos todos de un feedback de información que hasta ahora ha sido bastante hermético. Me refiero a dos aspectos: por un lado, facilitando el acceso de las colecciones particulares para su estudio; en el otro lado facilitando el acceso de los coleccionistas investigadores a los museos para el estudio de las monedas. Es absurdo que ambos terrenos sean círculos cerrados.
- Parece que las aguas bajan revueltas… ¿Qué recomendaríais a aquellas personas que, sin saber nada de esto, quieran iniciarse en la numismática?
- Nos parecen recomendaciones clave para el coleccionista que se esté iniciando tener paciencia antes de comprar compulsivamente, observar y estudiar mucho las piezas que le interesen, dejarse aconsejar por un/os buen/os padrino/s. La información es fundamental para ser coleccionista, por ello es bueno invertir en libros, catálogos y, por qué no, en una cuota anual de alguna asociación de numismáticos de reciente creación.
- ¿La numismática española es valorada en comparación con otras de otros lugares del mundo? ¿Es un buen campo en el que iniciarse?
- Por supuesto. La moneda española de todas las épocas, es decir, la moneda que se acuña en los pueblos de la península ibérica desde la antigüedad hasta nuestros días tiene un gran atractivo para el coleccionista extranjero. Como ejemplo hemos visto el tremendo éxito que han tenido algunas subastas de moneda medieval castellano leonesa y andalusí. De gran interés son también las acuñaciones de la monarquía hispánica de cecas europeas e hispanoamericanas, cuyo colofón es el real de a ocho.
- ¿Cómo veis el futuro de la Numismática?
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Es evidente que tenemos retos que afrontar de cara a garantizar un normal desarrollo de la disciplina de cara al futuro, tanto a nivel de investigación como a nivel de coleccionismo. Como coleccionistas necesitamos una puesta en valor ante las instituciones. Que se garanticen nuestros derechos. En ambos aspectos es preceptivo que los coleccionistas presentemos un bloque sin fracturas, y Nummus está trabajando en esa línea.
Además, uno de los principales desafíos de la asociación es impulsar el coleccionismo numismático en los más jóvenes, ya sean niños o adolescentes. Nos parece fundamental favorecer el relevo generacional de la numismática y para ello hay que trasladar nuestra pasión a los más jóvenes e intentar hacerlo atractivo.
- ¿Qué os impulsa? ¿Cuál es vuestro fin último?
- Nuestro fin último es enriquecer la Numismática desde todos los aspectos. Para ello la colaboración de todos los agentes es primordial.