Los temores del sector vitivinícola se confirman: habrá una nueva destilación de crisis. Una medida extraordinaria, que se toma cuando hay un excedente y que implica que el alcohol resultante pase a ser usado solo con fines industriales, incluidos desinfección o farmacéuticos. Por ejemplo para tratar heridas en casa. El Ministerio de Agricultura ha puesto en marcha la medida para tintos y rosados de Cataluña y Extremadura, donde se destilarán 91.694 hectolitros, por un total de 2,72 millones de euros.
Será la segunda vez en tres años que suceda ese paso de la bodega a la farmacia; la primera fue en 2020, obligada por la Covid. El problema entonces era el confinamiento y desplome del consumo, que ahora vuelve a dar problemas, aunque diferentes. El mercado muestra menos interés en cierto tipo de vinos, sobre todo los tintos de calidad que, sin embargo, no llegan a ser gama alta.
Son los entendidos como vinos de 'gama media'. Caldos "de precio relativamente alto que cuesta más venderlos, particularmente tintos, y que ni son de alta gama ni son particularmente económicos. Ahí es donde se está produciendo el problema", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Rafael Del Rey, director general del Observatorio Español de los Mercados del Vino.
En tierra de nadie
Desde el Observatorio notan que es un comportamiento de mercado que no se explica desde la Covid, sino de más atrás. En los últimos diez años han notado que lo que está funcionando muy bien son los vinos de alta gama. "Los muy buenos Rioja, Ribera del Duero, Borgoña y Burdeos. Ésos no tienen ninguna crisis", indica.
En el extremo contrario de precios, triunfan los blancos, los "espumosos no excesivamente caros", liderados por el Prosecco o el cava, "incluso los nuevos de baja graduación". Y así, en tierra de nadie quedan los tintos que vienen de zonas de producción "relativamente caras" como Burdeos o Rioja, pero que "no llegan a venderse como vinos de alta gama".
La situación no es exclusiva de España. "Hay sensación de que hay mucho vino, pero no de forma generalizada, sino en algunas zonas concretas y para algunos tipos de vino muy concretos". Burdeos ha solicitado también una destilación de crisis.
Las zonas afectadas
La caída del consumo es generalizada en la Unión Europea. En la actual campaña las bajadas se estiman en un 7 % en Italia, un 10 % en España, un 15 % en Francia, un 22 % en Alemania y un 34 % en Portugal.
Mientras, las exportaciones de vino de la UE para el período de enero a abril de 2023 han sido un 8,5 % más bajas que el año anterior. Tendencia en contradicción con el aumento de la producción de la UE del 4 % para la campaña en curso, con respecto al año anterior.
Son datos del Ministerio de Agricultura, que concluye que hay un alto nivel de existencias iniciales (un 2 % más en comparación con el promedio de los últimos cinco años). El desequilibrio entre la oferta disponible y la demanda "se concentra más bien en ciertas regiones y vinos donde se acumula un nivel desproporcionado de existencias", señala.
Es algo que remarcan también desde Extremadura, aunque matizan: que sea una de las dos regiones en las que se haya habilitado la destilación de crisis no quiere decir que sea la única en apuros.
"Hay más comunidades que van a destilar, pero lo van a hacer de fondos de la propia comunidad o no se de donde lo sacarán. Quiero dejar claro que va a haber más comunidades autónomas que van a destilar", asegura a este periódico Jacinto Guerra, director técnico de Asociación de Empresas Vitivinícolas de Extremadura (Asevex).
En Extremadura se destilarán 6,8 millones de litros de vino sin DOP o IGP. "Tampoco hablamos de una cantidad tremenda teniendo en cuenta que extremadura produjo el año pasado 370 millones de litros", apunta.
En Cataluña, serán 2,3 millones de hectolitros en zonas amparadas por las denominaciones de DO Catalunya, DO Terra Alta, DO Penedès y DO Tarragona.
"Son cambios en el consumo", concluye Guerra. Para Del Rey, supone una oportunidad para "reflexionar por donde van los mercados y nuestra capacidad de producción y comercialización".
"Si éstas son las tendencias, si eso es así, lo que seguramente todas las empresas plantean en cómo posicionarse". Al respecto, señala que muchas bodegas se están adaptando con vinos de gama alta como grandes reservas. Otras diversifican su cartera con blancos populares. Es un buen momento para los Rueda.