Los comienzos de año son de por sí pesados. Y no sólo en kilogramos. Pero para los encargados de presentar impuestos, como pueden ser los asesores fiscales, la carga aumenta puesto que a las tareas habituales y periódicas (IVA e IRPF) se une la presentación de declaraciones informativas anuales. La Agencia Tributaria ya dejó 'listo' en diciembre el calendario del contribuyente para 2020 y enero es uno de los meses más activos.
Los asesores con experiencia en poner al día las cuentas de sus clientes ofrecen una serie de consejos para afrontar esta pesada cuesta fiscal de enero. Es el caso de los fiscalistas del CEF y estos son los siete consejos que ofrece José Ramón Fernández de la Cigoña Fraga:
1. Coherencia entre los modelos tributarios periódicos y los resúmenes informativos
Hay que asegurarse de que el modelo 390 es coherente con las declaraciones mensuales o trimestrales de IVA presentadas, ya que, en caso de descuadre, a buen seguro que la Agencia Tributaria iniciará un procedimiento de inspección. Además, las cifras presentadas en el modelo 390 tienen que estar en consonancia con los datos presentados en otras declaraciones, como en el impuesto sobre sociedades y el modelo 347. Lo mismo sucede con las autoliquidaciones en las que se realizan retenciones a cuenta del IRPF y sus resúmenes anuales.
2. No dejes las revisiones contables para el último momento
Antes de presentar las últimas liquidaciones periódicas de impuestos del ejercicio y las declaraciones informativas, se debe realizar una exhaustiva revisión de la contabilidad, para asegurarse de que los modelos tributarios que se presenten están libres de errores, ya que los errores pueden acabar saliendo caros, por dos motivos:
1) No deducción de gastos y cuotas de IVA suportadas por no registrar contablemente facturas de proveedores o acreedores.
2) No ingresar en las autoliquidaciones tributarias las cantidades que se debieran, exponiéndose la empresa o autónomo al pago de multas y recargos por parte de la Agencia Tributaria.
Estas revisiones se han debido realizar periódicamente a lo largo del ejercicio, debiendo dejar solo para el mes de diciembre y principios del mes de enero las revisiones del correcto registro de las facturas emitidas y recibidas del mes de diciembre.
3. ¿Vacaciones en enero? No, gracias
A los responsables de la fiscalidad de las empresas las vacaciones se las marca el calendario fiscal y en el de enero no hay hueco para vacaciones, ya que la batería de obligaciones fiscales requerirá de un gran esfuerzo, debiendo aprovecharse cada hora de trabajo con la máxima intensidad.
4. Establece prioridades
Durante estos meses hay que priorizar unas tareas frente a otras. En este sentido, la Agencia Tributaria tiene preferencia, ya que hay que cumplir con los plazos para la presentación de las liquidaciones de impuestos.
5. No descuides el ejercicio corriente
Las grandes empresas con liquidaciones mensuales de impuestos no pueden descuidar el registro de las operaciones del mes de enero, ya que tendrán que presentar sus autoliquidaciones tributarias el mes de febrero. Si las autoliquidaciones de IVA e IRPF se realizan de manera trimestral, hay algo más de margen, pero no conviene tampoco dejar que se acumule el trabajo del ejercicio en curso.
6. Plantéate si te interesa darte de alta en el SII
El sistema de Suministro Inmediato de Información del IVA a la Agencia Tributaria (SII) conlleva para el contribuyente obligaciones, pero también ventajas que aligeran notablemente la carga de trabajo del mes de enero. Entre las ventajas que podemos destacar se encuentran las siguientes:
1) No hay que presentar los modelos 347, 340 y 390.
2) Se puede acceder a la información de las facturas incluidas en los libros registros de los clientes o proveedores de la empresa que apliquen el SII, de manera que se reducen los errores.
3) Se dispone de 10 días más de plazo para la presentación de las autoliquidaciones periódicas mensuales.
Plantearse la inclusión voluntaria en el SII puede ser una opción interesante para algunas empresas.
7. Mantén tus conocimientos actualizados
La formación continua es clave para la eficiencia en el desempeño de cualquier trabajo, no siendo los profesionales que se dedican a la fiscalidad de las empresas una excepción. Un profesional que esté bien formado en materia fiscal realizará su trabajo con mayor rapidez y diligencia que otro que no le dedique tiempo a su formación.