La gestión pasiva ha encontrado en la crisis del coronavirus un aliado para acelerar su expansión en Europa. Por primera vez, según datos de cierre de octubre, estas estrategias suponen un 19,98% de la inversión total en fondos en el Viejo Continente.
Por primera vez en la historia, una quinta parte de todo el capital invertido en Europa en fondos de inversión a largo plazo está en vehículos indexados. Así lo desvelan datos de la industria referidos a octubre que han sido adelantados por Morningstar.
En números redondos, sin contabilizar el capital invertido en fondos monetarios, los indexados rozan ya los 2 billones en una industria que al cierre del décimo mes del año movilizaba 9,4 billones de euros en la región. Los datos de Inverco, la patronal española del sector, correspondientes a octubre reflejan que los vehículos españoles aportaron a esta suma 12.674,8 millones de euros.
El doble en una década
La cifra del conjunto de Europa supone un incremento de nada menos que el 9,5% en el último año. Un engorde que adquiere mayor peso si se tiene en cuenta que los fondos de gestión activa apenas sumaron patrimonio por un 2,1% en el mismo periodo, según los datos publicados por Morningstar.
Si el periodo de referencia se amplía a la última década, el ritmo de expansión de la gestión pasiva se vuelve aún más vertiginoso. En 2010, el peso de estas estrategias ni siquiera alcanzaba un 10% del pastel total de la industria en una vieja Europa en la que la penetración de los fondos indexados sigue siendo, a pesar de todo, mucho más moderada que en EEUU.
Tres factores
En el mercado estadounidense, estos fondos de gestión pasiva ya suponen un 41,4% de la cuota de mercado, según datos de la misma consultora especialista. En este sentido, expertos consultados apuntan a tres factores para tamaña brecha. En primer lugar, la más evidente: la mayor trayectoria de estos fondos.
Después, los gestores apuntan a la constante invitación hacia ellos que han supuesto los sucesivos máximos históricos alcanzados por muchos de los índices de referencia de Wall Street mientras que en Europa los números rojos siguen marcando las gráficas bursátiles. En tercer lugar, la ausencia de retrocesiones en la comercialización de fondos de gestión activa que siguen convirtiendo a estos en la opción preferente de algunas casas europeas que encuentran en esta práctica una fuente recurrente de ingresos.
No obstante, a pesar de estos obstáculos, la tendencia ha tenido un claro reflejo en mercados europeos tan poco versados en estas estrategias como el español. Como ya publicó Invertia, este 2020 ha sido el primero de los últimos seis años en el que la categoría de gestión pasiva ha alcanzado el ecuador del año con suscripciones netas.
Frente a los reembolsos netos por 1.614,5 millones de euros que el sector español de los fondos de inversión sufrió en el primer semestre del año, los indexados sumaron suscripciones por 403,2 millones de euros netos. El acumulado tan solo alcanzó cifras más holgadas en la categoría de renta variable internacional, en este caso según datos aportados por Inverco.